Toronto FC hizo efectiva su condición de local y venció 3-1 al América, que ahora está obligado a ganar por dos goles en el Estadio Azteca.

Con 3º grados centígrados en MBO Stadium, el Toronto FC recibió por primera vez al Club América de México, que no era nuevo jugando ante equipos canadienses.

Dato: Las Águilas ya han derrotado a equipos canadienses, puntualmente al Impact de Montreal en el 2015, a quien vencieron para proclamarse campeones de este mismo torneo.

A pesar de las extremosas condiciones climáticas, el Club América se hizo rápidamente del balón y era quién manejaba de mejor manera el rodaje del instrumento de trabajo.

 

Jugada “bajo cero”.

Sin embargo, al minuto 7’ aconteció una jugada que dejó helado a todo el plantel azulcrema. Una descolgada canadiense fue el factor que le complicó las cosas al conjunto mexicano.

Sebastian Giovinco se metió al área americanista y en un intento de regate fue derribado por Edson Álvarez, lo que ocasionó un penal favorable a Toronto.

Dato: Tercer gol de Sebastian Giovinco en lo que va del torneo continental.

El encargado de cobrar fue el mismo Giovinco, que centró su contacto y a pesar de la dificultad en el terreno de juego puso el 1-0 favorable a su equipo.

Ese gol significó la reacción águila. Los dirigidos por Miguel Herrera despertaron y volvieron a tocar de manera eficiente la pelota, sin prestarla y creando oportunidades de aproximación.

 

Genialidad cafetalera.

Llegó el minuto 20’ y América comenzó a engranar una maravillosa jugada a la ofensiva, donde Andrés Ibargüen  se acopló de buena manera con Mateus Uribe, quien leyó el movimiento del colombiano y le otorgó de nueva cuenta la pelota.

Ya con la redonda en sus pies, Ibargüen creo una jugada a lo “Maradona” en donde se quitó a medio mundo, ingresó al área y definió de manera excelsa para emparejar el cotejo.

A partir de ese momento el cuadro de Toronto no fue el mismo. Nerviosismo desde la portería defendida por Alex Bono, descoordinación en la zaga y esterilidad al momento de gestar jugadas de ofensiva eran situaciones notorias en la cancha.

Mucho de esto se debió al gran juego del siete veces campeón de Concacaf. América era mejor en todas las líneas, sobre todo en la media cancha, donde Guido Rodríguez y Mateus Uribe eran los amos y señores de la zona.

 

Desatención cobrada.

Pero sucedió una cosa muy parecida a la del minuto 7. El conjunto de casa aprovechó una desatención americanista, en donde Jozy Altidore fue el receptor de una pelota proveniente de Giovinco que no desaprovechó.

El delantero estadounidense metió toda su carrocería para ganarle al defensor águila  y así acomodarse para mandar el balón a las redes, todo esto a dos minutos de terminarse el primer lapso que finalizaría con ventaja parcial para los reds.

Ya en la segunda parte, Toronto fue quien entro más enchufado y un par de jugadas de Sebastian Giovinco estuvieron a punto de ir al marcador electrónico, pero Edson Álvarez y Agustín Marchesin protagonizaron ciertas acciones que impidieron tal cosa.

Al 57’ tanta insistencia roja por fin se vio reflejada en la pizarra. Un balón largo a las inmediaciones del área azulcrema fue luego dirigido hacia el sector izquierdo, donde cerró el lateral Ashtone Morgan para aumentar la ventaja.

Con un pesado 3-1 en contra, los muchachos de Herrera buscaban desaforadamente la portería de Bono, sin embargo los de amarillo y azul se notaban desesperados y a la vez acelerados por el ritmo que los locales habían tomado en el partido.

América seguía incisivo al ataque, pero sus llegadas eran un tanto desordenadas y sin claridad, aunada a la gran solidez defensiva que el cuadro de Greg Vanney impuso.

Al final, una jugada de Henry Martin fue la última que tuvo la visita, sin embargo no fue aprovechada y el marcador final prevaleció.

Ahora, las Águilas tendrán que ganar por diferencia de dos goles en su casa si quieren avanzar a la gran final de la Concachampions.

 

 

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