Seis son los muertos y 19 los heridos después de que cuatro suicidas detonaran cinturones explosivos.
El atentado ocurrió en Qaa, localidad de creencia mayoritariamente cristiana, ubicada al noreste de Líbano cerca de la frontera con Siria. Los extremistas detonaron los artefactos explosivos con intervalos de 10 minutos.
El primero se inmoló dentro de una vivienda cercana al puesto de aduanas de la ciudad, seguido de los otros tres que aprovecharon la situación de conmoción y la aglomeración de las personas para continuar con la ola de ataques.
Wael Abou Faour, ministro de Salud, pidió a todos los hospitales de la región recibir a los heridos en las explosiones y suministrarles los tratamientos necesarios
Las autoridades libanesas plantean la existencia de un quinto kamikaze, de nacionalidad siria, el cual, dicen, comando el nefasto y planearía otro; por eso han desplegado hombres en la región con el objetivo de buscarlo.
Hasta el momento ningún grupo terrorista se ha pronunciado respecto a la autoría del atentado. Sin embargo las autoridades lo atribuyen al Estado Islámico, debido a que en esa zona se han presentado diversos enfrentamientos entre el ejercito libanes y el DAESH.