Dirigida por Dan Gilroy, quien es conocido por haber estado en la dirección de ´Nightcrawler´, y protagonizada por el ya icónico Denzel Washington, nos cuenta la historia de cómo la vida de un abogado activista y defensor de los derechos civiles cambia drásticamente de la noche a la mañana cuando su socio, jefe y mentor fallece.
La situación lleva a Roman al desempleo y la desesperación, teniendo como única opción trabajar para uno de los ex alumnos de su mentor, el ambicioso George Pierce, quien es interpretado por Collin Farrel, a la par de que comienza a hacerse amigo de una joven defensora de la igualdad y los derechos, Maya Alston, todos estos eventos desafiarán lo que Roman siempre ha defendido.
Cabe mencionar desde un principio que la publicidad de esta película hace esperar un tono diferente al que tiene, pareciendo así que se trata de una película de engaños y codicia, que aunque estos elementos no están ausentes no son lo central.
Fuera de ello, existen algunos aspectos a los que quizás no se les encuentre demasiado sentido, como el cambio que sufre George, que puede parecer malo al principio, pero después no, y así en diferentes ocasiones.
El factor más importante y sobre el que recae gran parte del filme es la actuación de su protagonista que es más que excelente, Denzel Washington hace un papel increíble, desde la forma de hablar, los gestos propios de un persona como Roman, y toda la psicología del personaje, además de todo lo que lo lleva a tomar las decisiones que toma. Lo que ha llevado a Washington a conseguir una nominación para los premios Oscar de este año.
Para terminar, me gustaría resaltar que esta cinta no es la más inspiradora o inteligente que se ha hecho últimamente, porque su fin no es serlo, lo que intentan reflejar en la cinta es como una persona puede ser influenciada, ya sea por las personas o las circunstancias que lo rodean, y de cómo percibir tus propios ideales.
