La noche del jueves, Enrique Guzmán dejo en claro por qué sigue siendo uno de los más grandes intérpretes de la década de los 60´s. El concierto en la Arena Monterrey demostró que su obra sigue presente a través de diferentes generaciones que gustan de la buena música.
Ante más de 4,500 personas, en punto de la 9:20 de la noche, salió al escenario para ofrecer una noche llena de nostalgia, melancolía y mucho rock and roll, que cautivó y puso a bailar a chicos y grandes.
Un escenario sobrio y de colores otoñales, le dio la bienvenida a el intérprete, quien apareció vestido con un elegante traje negro y acompañado de seis músicos y cuatro coristas, que hicieron mancuerna con él en una exitosa velada que dejó a su público con ganas de más.
Enrique Guzmán abrió pista con “Mi corazón canta” y “Más”, para después agradecer a su público por estar siempre presentes y quererlo tanto: “Vengo a festejar mi nuevo hijo, mi nuevo álbum “Se habla español”, que coincidió con el nacimiento de mi primer nieto varón Apolo (hijo de Luis Enrique Guzmán).
Con ese sentido del humor que tanto lo caracteriza, en ningún momento dejó de interactuar con su público, que no paraba de corear temas como: “Tu cabeza en mi hombro” “Ángel de la mañana” “Cien kilos de barro”, “Gracias por los recuerdos” y “Papeles”.
Respecto a la canción “Papeles”, dijo que, en aquellos tiempos, grabar una canción que hablara de divorcio era algo fuerte, y que cuando él grabo, era muy joven y no se había casado nunca: “ahora sé mucho del tema”, bromeó.
Para continuar con la velada, pidió un fuerte aplauso para recibir a una invitada muy especial:
“Y hoy vengo a festejar a Monterrey porque Monterrey me quiere… además, una de mis novias vino a festejar conmigo y a cantar un tema que interpretamos en mi disco “Se habla español”, ella es La novia de América, Angélica María y quiero que la reciban con mucho cariño.”
Con ella interpretó “Secretamente”, sin duda, uno de los momentos más emocionantes de la noche.
Enrique Guzmán no dejaba de complacer a su público con temas como “Pensaba en ti”, “Quiero ser libre”, “Acompáñame”, “Uno de tantos” (del fallecido Juan Gabriel), “Anoche no dormí”, entre otros.
Llegó el momento rockanrolero de la noche y todos se pusieron de pie con “El rock en la cárcel”, “Lucila”, “Popotitos” y “La plaga”, incluso felicitó a una de las asistentes que se encontraba bailando: “¿Señora cuantos años tiene usted?” Le respondió que 91 años y el cantante, muy sonriente y maravillado, le dijo: “Baile, baile, la vida es bella”.
Sin duda, Enrique Guzmán dejó a los asistentes felices y con muy buen sabor de boca, haciendo vibrar y llenando de rock and roll un escenario tan importante como la Arena Monterrey.