Culiacán, Sinaloa.- El científico Alberto Kousuke de la Herrán Arita y los estudiantes del cuarto grado de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), Luis David Nieblas Beltrán y Edel Alberto Hernández González, determinaron que moléculas de dopamina, noradrenalina, serotonina e histamina participan en la regulación del sueño y la vigilia.

La aportación busca que en un futuro sea posible el estudio de las variaciones de esas moléculas expresadas en el organismo, para facilitar el diagnóstico y tratamiento en pacientes con trastornos del sueño.

“Este estudio nos puede ayudar en un futuro a tener un tratamiento sobre narcolepsia o insomnio. Probablemente alguna molécula no se esté expresando o tal vez se esté expresando en demasía, eso nos puede dar una guía para buscar algún problema con esas moléculas que se expresan durante la vigilia o durante el sueño”, comentó Edel Hernández.

Insomnio y narcolepsia

Alberto Kousuke y los estudiantes publicaron los resultados de su investigación en el artículo científico “Modulatory molecules involved in sleep”, en agosto pasado en el Journal of Systems and Integrative Neuroscience (JSIN), de la Universidad de San Antonio en Texas.

«Nuestra investigación analiza las moléculas que participan en las diferentes fases del sueño. En nuestro resultado tuvimos unas que participan para que estemos activos durante el día, así como otras que nos ayudan a que podamos dormir bien o que la alteración de algunas de estas moléculas nos puede traer trastornos del sueño, entre otras cosas”, explicó David Nieblas.

Entre las moléculas que ayudan a la vigilia encontraron monoaminas producidas por neuronas monoaminérgicas, tales como la dopamina, noradrenalina, serotonina e histamina.

Otras más son la acetilcolina, que también participa en una de las fases de sueño, que se llama fase REM (Rapid Eye Movement, en inglés).

“Otras que nos ayudan para dormir son algunas moléculas inhibidoras ya conocidas como GABA (ácido gama-aminobutírico), la adenosina, melatonina, glicina, prolactina, algunas citoquinas, como la interleucina 1 y el factor de necrosis tumoral”, añadió.

Otras moléculas importantes, y recién descubiertas, son las llamadas orexinas o hipocretinas, cuya función es activar las neuronas monoaminérgicas y colinérgicas.

“Estas son producidas en el hipotálamo lateral, y como están en el hipotálamo tienen mucho qué ver con la alimentación, la ansiedad, el apetito, entre otras cosas”, dijo.

Actualmente, dijo el científico Alberto Kousuke de la Herrán Arita, es conocido que la falta o la alteración de una de las moléculas no es exclusivamente trastorno del sueño, sino que es un conjunto de varios.

“En un futuro nos puede permitir brindar un tratamiento para algún trastorno del sueño. Lo bonito de la biología molecular o la genética es que sabemos que hay receptores en todo el cuerpo, que no se sabe su función, y ahora tratamos de descubrir cuáles son las moléculas que activan estos receptores y sus efectos”, explicó.

Como continuación de este estudio, indicó que se realizará una nueva investigación a nivel local, en Sinaloa o solo en la capital del estado, para descubrir las moléculas que participan de mayor forma durante el ciclo y ayudar a descubrir algún trastorno que se produzca en el sueño.

“Sobre todo de moléculas exógenas, que son propias de la región; porque todas estas son endógenas, es decir, que nosotros las producimos”, dijo.

Los autores de la publicación señalaron que factores como el sexo y la edad también son importantes en los trastornos de sueño.

“Se cree que también la testosterona o los estrógenos pueden influir en el estado de vigilia. Dependiendo los rangos de edad puede ser que se expresen otras moléculas, o incluso en enfermedades, por ejemplo, en una gripe, puede expresar más una molécula que genere más sueño al paciente”, dijo David Nieblas.

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