En China la contaminación sigue causando estragos ya que el día de Navidad la capital Pekín y sus habitantes despertaron bajo una inmensa capa blanca, sin embargo no era de nieve sino de contaminación que recorre las calles.
Desde las 6:00 de la madrugada hora local (22:00 GMT del jueves), La capital de China, Pekín registró una densidad de partículas sólidas PM2,5 (las más pequeñas y perjudiciales para la salud) en el aire por encima de 500 microgramos por metro cúbico con picos por encima de 600, según las mediciones de la Embajada de Estados Unidos. Las cuales recorrían las calles y desdibujaba los edificios. Esta contaminación es 25 veces superior a los límites recomendados por la Organización Mundial de la Salud.
La contaminación se intensificó a causa de la gran utilización de carbón para producir electricidad durante el invierno y por las emisiones nocivas en las regiones industriales que rodean Pekín.
El gobierno ha lanzado una alerta naranja la cual es la segunda más alta en la escala de cuatro niveles. Mientras tanto en el aeropuerto internacional de Pekín se han cancelado hoy más de 200 vuelos y se han retrasado varias decenas de vuelos más por los elevados niveles de contaminación en la que hoy amaneció la capital china.
El noreste de China se encuentra sumido en una densa capa de smog desde hace varias semanas la primera vez que el ayuntamiento pekinés decretó la alerta roja por contaminación fue principios de diciembre y la reiteró la semana pasada esto ha llevado a casi medio centenar de ciudades y dos provincias de esa zona del país emitir alertas de contaminación.
La Organización Mundial de la Salud considera no saludable la exposición durante 24 horas a concentraciones de partículas PM2,5 en el aire por encima de 25 microgramos por metro cúbico.
