Como he mencionado en anteriores ocasiones, cuando los necios e ignorantes afrontan un problema, en lugar de solucionarlo, siempre buscan un culpable a quien echarle la culpa, en lugar de enfocarse primero a buscar soluciones.
Esto es más común con gente que cree tener cierto nivel de “autoridad”, pues ponen a otros a hacerlo por ellos, en lugar de que ellos se pongan a arreglarlo, y siempre lo hacen con gritos y aspavientos.
Las virtudes y valores humanos no le pertenecen a ninguna religión, si un culto dice ser fuente de ellos… miente, pues en sus propios dogmas podrás encontrar postulados contrarios a los mismos, lo que descarta que ellos sean el origen de los mismos. La oscuridad no produce luz.
Si así fueran todos los valores humanos, vendrían del mazdeísmo, pues sus textos religiosos son los más antiguos de la humanidad, mucho más antiguos que el mismo “Antiguo Testamento”, texto que aparentemente copió muchas de sus ideas del Zend Avesta.
A nivel humanidad tenemos varios grandes problemas que tenemos que solucionar si queremos que la humanidad siga existiendo en este mundo:
- La pandemia
- La contaminación ambiental
- Las ideologías del odio
- El neo-oscurantismo
- La corrupción
Todos son igualmente mortales por sí mismos. Tenemos que poner manos a la obra, ya, si queremos seguir viviendo en este mundo. Pero hoy vemos grupos político-religiosos muy inmiscuidos en empeorar esos problemas, pues se quieren imponer como dueños de la verdad absoluta.
Como dijo sabiamente el gran científico estadounidense Steven Weinberg: “La religión es un insulto a la dignidad humana. Con o sin religión siempre habrá buena gente haciendo cosas buenas y mala gente haciendo cosas malas. Pero para que la buena gente haga cosas malas hace falta la religión».
Y así es. Hoy podemos constatar como los fanáticos religiosos hacen que los malos se vean como si fueran “buenos”, y a los inocentes los hacen ver como si fueran los “malos”. La farsa de los mercaderes de la “fe” no es inocua en la sociedad, sin ella definitivamente tendríamos muchos conflictos menos.
Hoy se sabe que en varias agrupaciones y comunidades religiosas se enseña a odiar y despreciar a los que son ajenos a esa comunidad, y no estamos hablando de chiitas y sunitas, estamos hablando de cristianos, Testigos de Jehová, evangélicos y católicos.
Todos los fanáticos creyentes usan “la palabra” de su dios como un arma, castigando y mandando al infierno, a diestra y siniestra, a todo aquel que no cuadre con sus ideologías de odio en contra de mujeres feministas, libertarios, progresistas, socialistas, capitalistas, lesbianas, gays, librepensadores, y todo lo que a su vista no cuadre en sus ideas.
Para colmo, están en contra de la ciencia, por eso el gran avance del neo-oscurantismo en las redes sociales. La ciencia es progreso, mientras que el fanatismo religioso es un retroceso. Décadas de ecumenismo buscando la paz y armonía entre diferentes ideologías, se fueron a la basura por culpa de los fanáticos.
Sólo nos quedan unos cuantos años para solucionar esto, ya no busquemos quien nos la va a pagar, busquemos arreglar lo que queda del mundo, pero hagámoslo ya, en calidad de urgente.
Que tengas una desmitificante noche.