En un entretenido y dramático duelo, los Diablos Rojos del México hicieran valida su permanente superioridad y se llevaron el triunfo 7-6.
Diablos Rojos llega a 13 victorias y escala a lo más alto de la Zona Sur.
Primeras dos entradas y se percibía un buen duelo de pitcheo entre Marco Tovar y Marco Duarte.
Pero solo fue una alucinación, pues el equipo mexiquense comenzó a tomar ritmo a partir del tercer rollo moverían la pizarra a su favor.
Tovar fue tocado y mucho. Primero con un triplete de Carlos Figueroa, que abrió la puerta que desencadenaría tres carreras para los visitantes.
Dos batazos más de Henry Urrutia y Alexai Ramírez completarían el rally de esas tres carreras tempraneras. Todo esto, aunado a un par de crasos errores de la defensiva sultán.
La fiesta colorada continuaría.
En la lomita, el trabajo de Duarte era impecable y no permitía ni siquiera un hit en contra. Por otro lado, la ofensiva seguía dando frutos.
Ahora, un home run de Alexai Ramírez ponía las cosas en chino para Monterrey. Fue un cuadrangular solitario, pero el cañonazo representó un balde de agua fría para toda la afición local.
La novena regiomontana llegó muy tarde al juego, pero lo hizo acompañada de los miles de aficionados que nunca dejaron de apoyar aun cuando las cosas se tornaron difíciles.
La ofensiva local le encontró el modo a Duarte y comenzaron a registrar sus primeras carreras.
El primer hit de los Fantasmas Grises llegó hasta la quinta baja, cuando Daniel Mayora sacó una recta por todo el prado izquierdo.
Después, Arturo Rodríguez se haría presente de igual manera y mandaría hasta la caja registradora al venezolano que borró ese cero del score.
Para rematar, Leo Germán seguiría con el carnaval regio y un imparable proveniente de su bat promovió otras dos carreras de Rodríguez y Ramón Ríos.
El electrónico le segua dando la victoria a los Diablos, pero ahora 4-3.
El montículo sultán sufriría su primera modificación. Marco Tovar abandonó el terreno y le dio paso a Gonzalo Ochoa que trabajó bien su primer entrada.
El juego siguió su marcha y las carreras dejaron de caer. Diablos Rojos no quiso ser víctima de ninguna sorpresa y a falta de tres entradas decidieron cerrar su espectáculo serpentinero con el neoyorkino Miguel Mejía.
En su última entrada, los Pingos darían un trinchazo casi letal. Un total de dos hits productores fueron el trampolín que catapultaría a seis carreras totales a los del Estado de México.
Pero todavía faltaba el turno de Sultanes, quienes no bajarían los brazos y contestaban con un cuadrangular de dos carreras que ponía dramatismo en el terreno de juego.
Ricky Álvarez fue el autor de tremendo batazo, que despertó a la fanaticada regia y al equipo de Monterrey que no se daría por vencido.
A falta de un strike para decretarse el triunfo de México, un error entre pitcher y cátcher le abrió la puerta a Ramón Ríos, que anotaría de nueva cuenta y empataría el encuentro a seis dramáticamente y lo llevaría a extra innings.
Ya en la décima, Emmanuel Ávila se encargaría de llegar a home para darle la victoria parcial a los Diablos, que ya acariciaban la victoria.
Ya con Carlos de León en la lomita por parte de los rojos, los visitantes supieron controlar a los bateadores regiomontanos que no volverían a conectar otra vez, por lo que se decretó el triunfo de los colorados.
El segundo de la serie continúa el día mañana en punto de las 19:30 horas, esto en el Palacio Sultán.