Aokigahara: el bosque de los suicidas
El bosque se asocia a la mitología japonesa, en escritos de más de mil años, que indican que Aokigahara es un lugar maldito. La historia también señala, pero de forma exacta, que este fue un sitio ceremonial para los Samurais, escogido para hacerse el harakiri, después de ciertos actos de deshonra, debilidad o sacrificio religioso. ¿Ya van captando el atractivo turístico?, pues estamos cerca.
Entonces, ¿Qué es eso que motiva a gran cantidad de turistas, movidos por la morbosidad, a visitar este tupido y exuberante bosque? … el suicidio. Por décadas este lugar ha sido el favorito para los suicidas japoneses. Sí, cada año cientos de nipones visitan este bosque, también conocido como Jukai (mar de árboles), se sumergen en sus profundidades y terminan ahogándose. Nunca más salen a flote
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Esa gran extensión y los múltiples lugares donde esconderse hace que muchos de los cadáveres no sean encontrados hasta pasados varios años desde que se suicidaron, quedando tan solo los restos de unos cuantos huesos.
Según escritos antiguos, el bosque Aokigahara ya fue marcado como maldito a consecuencia de ser un lugar en el que, en tiempos de carestía, algunas familias habían dejado allí abandonados a sus ancianos y a los más pequeños de la casa, al no poder mantenerlos.
Los métodos preferidos para suicidarse son los barbitúricos y el ahorcamiento, pudiendo ver esparcidos por el bosque un gran número de botes vacios de pastillas e infinidad de cuerdas y sogas en forma de horca.
Pero en el bosque también hay un sinfín de objetos personales de los que llegaron hasta allí y decidieron acabar con sus vidas, siendo uno el más común entre todos y se trata de un libro titulado ‘El completo manual del suicidio’, una polémica guía escrita por Wataru Tsurumi y publicada en 1993, en la que el autor señala al bosque Aokigahara como el lugar idóneo para quitarse la vida.
Supersticiones aparte, y dado el sentido de la vergüenza que caracteriza a los japoneses, si te atreves a visitar este bosque, no verás a ningún suicida en acción, y es poco probable que encuentres restos en los caminos principales. Eso sí, entras bajo tu propia cuenta y riesgo…