El día de hoy se llevó a cabo el primer debate presidencial en el Palacio de Minería, con un formato novedoso y ágil, Ricardo Anaya fue quien mostró un mejor desempeño. Las propuestas de todos los candidatos se combinaron con los previsibles ataques al candidato puntero, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), y su falta de respuestas efectivas.
Un punto a resaltar son las incisivas preguntas realizadas por los moderadores, Sergio Sarmiento, Azucena Uresti y Denise Maerker; quienes dotaron al debate presidencial de una polémica poco vista en los últimos debates.
José Antonio Meade Kuribreña, Ricardo Anaya y Jaime Rodríguez Calderón, aprovecharon su oportunidad para incordiar al líder de las encuestas, Andrés Manuel López Obrador, con cuestionamientos que el candidato de MORENA evitó responder.
Ricardo Anaya se perfila como el ganador del debate, al mostrar un discurso más fluido y presentar los cuestionamientos más incisivos al candidato de MORENA, como por ejemplo la inconsistencia en su percepción del empresario Alfonso Romo, a quien acuso de corrupto y después invitó a su campaña, y la afiliación de Manuel Bartlett a MORENA, principal sospechoso de “tirar el sistema” en 1988 para beneficiar a Carlos Salinas de Gortari.
Andrés Manuel López Obrador evitó lo más que pudo los cuestionamientos en una estrategia defensiva que fue ampliamente comentada en redes sociales, limitando su discurso a repetir las frases más utilizadas en sus spots. “Gobernar con el ejemplo” para así acabar con la corrupción, una predica de su honestidad y sus críticas a “la mafia del poder”, fueron la constante.
José Antonio Meade se sumó con menos éxito a los ataques a AMLO, fue cuestionado primordialmente por la corrupción en el PRI, sus presuntas omisiones como Secretario de Hacienda y su defensa del mandato de Enrique Peña Nieto en materia de seguridad y economía.
Jaime Rodríguez Calderón “El Bronco” fue el que levantó más polémica con sus propuestas. Su provocativa iniciativa de “cortar las manos”, literalmente, a los funcionarios corruptos, su inclusión en pantalla de un numero celular para pedir al votante “le envié un whatsapp”, y la entrega de un documento a López Obrador para comprometer a los candidatos a “devolver los recursos otorgados por el INE a sus campañas”, recibiendo por respuesta un “No, yo no”, por parte del candidato de MORENA.
Margarita Zavala fue la candidata mas ignorada por estrategia, sus espacios fueron aprovechados en hablar directo a la cámara para intentar convencer al electorado, específicamente a las mujeres, a quienes prometió “la mejor plataforma por sus derechos”. Sin embargo, al momento de ser cuestionada por Azucena Uresti, respecto al matrimonio igualitario, su respuesta fue evasiva y confusa.
En general, el debate provocó comentarios positivos en el aspecto de ser entretenido, polémico y ágil, sin embargo, dejó la sensación de priorizar los ataques individuales en lugar de las propuestas específicas por el bien del país.