En este sentido, el líder norcoreano añadió que “ahora que Donald Trump me insultó a mí y a mi país ante los ojos del mundo, consideramos una repuesta al más alto nivel”, que estará “más allá de sus expectativas”.
“Definitivamente domesticaré con fuego al viejo chocho estadounidense mentalmente desquiciado”, añadió Kim.
En su discurso en la Asamblea General de las Naciones Unidas, el pasado martes, el presidente estadounidense advirtió de que si Washington es forzada a defenderse a sí mismo o a sus aliados no le quedará “más opción que destruir totalmente Corea del Norte”.
Las continuas pruebas armamentísticas del régimen de Pionyang, que le han deparado ya dos nuevos paquetes de sanciones de la ONU solo en 2017, y el tono beligerante de Trump han elevado enormemente la tensión en la península coreana en el último año.
La crisis con Corea del Norte ha sido uno de los asuntos más candentes este año en la Asamblea General de la ONU, donde se espera que el ministro de Exteriores norcoreano, Ri Yong Ho, hable este sábado. A su llegada a Nueva York la madrugada del miércoles,
Ri dijo en declaraciones a varios medios que las amenazas del presidente Trump suenan como “los ladridos de un perro”.
Estados Unidos anunció nuevas sanciones económicas contra Corea del Norte, aumentado la presión sobre el régimen de Kim Jong-un, que también se enfrentará a medidas adicionales de la Unión Europea y, posiblemente, China.
La crisis norcoreana centró un día más buena parte de la atención en la Asamblea General de la ONU, con un claro consenso sobre la necesidad de detener el programa nuclear y de misiles del país.
Tras amenazar este martes con “destruir totalmente” a Corea del Norte, hoy el presidente estadounidense, Donald Trump, decidió dar un nuevo paso en materia de sanciones.
Trump firmó una orden ejecutiva que busca asfixiar las finanzas norcoreanas y que, según aseguró, “expande significativamente la autoridad (de EE.UU.) para perseguir a individuos, compañías e instituciones financieras que financian y facilitan el comercio con Corea del Norte”.
“Los bancos extranjeros afrontarán una amenaza clara: hacer negocios con Estados Unidos o facilitar el comercio con el régimen sin leyes de Corea del Norte”, aseveró.
Además de medidas financieras, las nuevas sanciones incluyen la prohibición de visitar EE.UU. por 180 días a barcos y aviones que hayan estado previamente en Corea del Norte.
Mientras tanto, en Bruselas los países de la UE llegaron a un acuerdo político para establecer una nueva batería de sanciones, que irán más allá de las decretadas por el Consejo de Seguridad.
Trump, además, aseguró que el Banco Central de China ha ordenado a las entidades financieras de ese país dejar de trabajar con Pionyang.
La decisión, que a prioridad supondría un duro golpe para Corea del Norte, no ha sido confirmada por ahora por las autoridades de Pekín. China es el principal socio comercial de Pionyang y tradicionalmente su principal apoyo político, pero en los últimos meses ha aceptado la aprobación de duras sanciones contra el país por parte del Consejo de Seguridad de la ONU.
En su discurso ante la Asamblea General, el ministro de Exteriores chino, Wang Yi, pidió hoy a Corea del Norte que no prosiga el “camino peligroso” que representan sus ensayos balísticos y nucleares.
Wang pidió a todas las partes que desempeñen un “papel constructivo para aminorar tensiones” e insistió en la necesidad de promover el diálogo para la desnuclearización de la península coreana.
Rusia, que también intervino en la Asamblea General, condenó “las aventuras nucleares y con misiles de Pionyang”, pero advirtió que la actual “histeria militar” puede llevar a un “desastre”.
El riesgo de una guerra con consecuencias catastróficas estuvo también en el centro de la intervención del presidente surcoreano, Moon Jae-in. Moon apostó por seguir aumentando la presión internacional sobre Pionyang, pero pidió gestionar “de manera estable” la cuestión para evitar que la tensión se dispare.
Alejándose del tono belicoso de Trump, Moon insistió en que su prioridad es prevenir una guerra y subrayó que Seúl está dispuesto a ayudar a sus vecinos del norte si deciden “situarse en el lado bueno de la historia”.
La amenaza norcoreana centró también una reunión del Consejo de Seguridad sobre proliferación de armas de destrucción masiva, una cita en la que EE.UU. insistió en que tener la bomba atómica no va a dar seguridad al régimen de Kim. “Corea del Norte puede creer que las armas nucleares asegurarán la supervivencia de su régimen. En realidad, las armas nucleares solo le llevan a más aislamiento, ignominia y perversión”, dijo el secretario de Estado, Rex Tillerson.
Ausente de las reuniones de la ONU, el líder norcoreano respondió hoy por fin al discurso de Trump en la Asamblea General a través de los medios estatales de Pionyang. “Estoy pensando ahora en qué respuesta estaría esperando cuando él permitió que esas excéntricas palabras salieran de su boca”, dijo Kim, que advirtió de que Trump pagará muy caro sus amenazas.