Con una magnitud de 7.3 en la escala de Richter, un terremoto sacudió la frontera entre Irán e Irak a las 21:18 hora local. Este seísmo ya lleva la vida de 415 personas y un total de 7 mil daminificados, siendo el evento natural más mortífero en lo que va el año en zona kurda de medio oriente.
En Halabya, localidad a 60 kilómetros de Suleymaniya y unos 32 kilómetros al norte del epicentro del terremoto, y en los pueblos de sus alrededores fue donde se produjeron la mayoría de las víctimas en territorio iraquí: ocho muertos y al menos 336 heridos que han requerido hospitalización, según la cadena de televisión kurda Rudaw.
En Irán, el país más afectado entre los dos, al menos ocho localidades se han visto afectadas. Y el evento dejó un total de 407 muertes, hasta el momento. Sin embargo, se estima que esta cifra aumente conforme pasen los días.
En la zona, muchos edificios perdieron sus fachadas, pero las estructuras han resistido al catástrofe natural. De acuerdo con medios locales, el miedo de las réplicas ha provocado caos en la población, por lo que la gente se ha agolpado en las calles.
Ambos países del Medio Oriente se encuentran sobre múltiples fallas tectónicas de forma que los terremotos son relativamente comunes. El más grave de los últimos años fue en Bam, durante el 2003, al sureste de Irán donde fallecieron un total de 31 mil muertos.