Esta semana se estrenó la película Suspiria: El Maligno, una producción de terror italo-americana protagonizada por Dakota Johnson, Tilda Swinton, Chloë Grace Moretz y musicalizada por Thom Yorke. Esta película es un remake de la cinta homónima dirigida por Dario Argento en 1977.
El filme está ambientado en el Berlín de los años 70s, y cuenta la historia de una joven norteamericana recién inscrita en una exclusiva escuela de danza expresionista. Lo que aparenta ser el estricto (casi fascista) ensayo de una obra dancística, esconde un perturbador secreto milenario.
Cuando algunas de las jóvenes estudiantes desaparecen sin dejar rastro, el psicoanalista Josef Klemperer se aboca a descubrir que hay entre las paredes de la Academia Markos.
Homenaje a Argento
El director de Suspiria, Luca Guadagnino, ha mencionado que, más que un remake, la película es un homenaje a la “emoción poderosa” que sintió cuando vio la película de Dario Argento por primera vez.
Suspiria es una película que impacta visualmente, una historia opresiva contada en tonos grises y luces opacas que sumergen al espectador en la rígida disciplina de la Academia Markos.
En el terreno actoral, Tilda Swinton se lleva las palmas. Interpretando a tres personajes diferentes, supo cargar con el peso del filme y dar soporte a las jóvenes Dakota Johnson y Chloë Grace Moretz.
Musicalizada por Thom Yorke, líder de la banda Radiohead, la estupenda banda sonora se inspiró en Blade Runner (1982), la música electroacústica de Pierre Henry, James Holden y la corriente de rock electrónico alemán conocida como Kraut Rock.
Excelentes actuaciones, una fotografía vanguardista, una historia en permanente tensión y un clímax impresionante; conforman esta cinta que desde su estreno polarizó a la crítica especializada y a los cinéfilos. Definitivamente una película no apta para todo público.
Suspiria: El Maligno (2018) es dirigida por Luca Guadagnino, con un guión adaptado por David Kajganich y fotografía de Sayombhu Mukdeeprom.
