Un Helicoptero MI8 ruso fue derribado por rebeldes sirios esta mañana mientras realizaba tareas humanitarias en la provincia de Idlib al noroeste de Siria.
En el siniestro fallecieron los cinco ocupantes del artefacto, dos oficiales y tres tripulantes. «Murieron de forma heroica, porque todavía intentaron girar el aparato para evitar víctimas en tierra», dijo en Moscú el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
El aeromotor se encontraba de regreso a la base aérea de Hamaimim después de dejar la ayuda requerida en la ciudad de Alepo cuando fue alcanzado por un artefacto tierra-aire.
En varios videos subidos recientemente a la web se aprecia el helicóptero en llamas y un lanzacohetes junto a los restos, además de personas que toman fotos con sus celulares y gritan “Allahu akbar» que significa “Dios es grande” en árabe.
El Estado Islamico había emitido ayer un video dirigido al presidente ruso Vladimir Putin, amenazándolo con asesinar rusos dentro del país de la estrella amarilla.
Sin embargo Dmitry Peskov, portavoz del Kremlin, ha asegurado que las amenazas por parte del DAESH no influirán en las políticas de Rusia respecto al terrorismo internacional.