La noche de ayer jueves, tocó a los regios celebrar con Joan Manuel Serrat en el Auditorio Pabellón M. Cuarenta y ocho años han transcurrido desde el lanzamiento del disco Mediterráneo, y cada uno de ellos fue festejado de forma emotiva, con el canto de miles de “cómplices” del cantautor catalán.
Los acordes salados de Mediterráneo, mar de su niñez y protagonista de la velada, arrancaron los primeros aplausos del público.
“Es probable que alguno de ustedes piense que no está bien esto de celebrar 48 aniversario, ¿no?, que es echarle un poco de poca vergüenza… pero a mí me da igual celebrar 48, 47 o 53. Podía haber esperado a celebrar los 50, que es una cifra redonda y políticamente correcta, pero, saben, no estoy pa’ esperar”, compartió Serrat ante un público entregado.
A la orden de andiamo da capo (vamos de nuevo), la orquesta comandada por el piano de Ricard Miralles reanudó con “Que va a ser de ti”, “Vagabundear, y “Barquito de papel”; todas, canciones del disco homenajeado.
La oscura solemnidad de “Pueblo blanco” contrastó con los ritmos del “Tío Alberto” y el baile solitario y gitano de Serrat encima del escenario.
Hubo tiempo y pausa para recordar a “Lucía”, citar a Cervantes y a su Ingenioso Hidalgo, aclarando que “el más famoso de todos los manchegos”, inspiración de la canción “Vencidos”, no es el futbolista Andrés Iniesta.
Invocó a la nostalgia de “Aquellas pequeñas cosas” y retomó la canción “Mediterráneo”, elogio al mar que “es andrógino, y con relaciones muy íntimas con la luna”, pero también es sepulcro de miles de inmigrantes del Sur y el Este, aquellos que se lanzan a perseguir el “sueño europeo” y a quienes dedicó “Plany al mar”.
La viola de Uxia Amargós acompañó a Serrat en “Menos tu vientre”, canto a las mujeres “que mueren de amores malos, mueren a manos de amores malos (…) mujeres asesinadas, frente a la mirada cómplice de esta sociedad en la que vivimos”, reclamó.
No podían faltar “Cantares”, “Para la libertad”, y “Hoy puede ser un gran día”, con la que provocó la ovación del auditorio pletórico y amenazó con terminar el concierto.
A su regreso, “El Nano” agradeció a los regios por la “compañía y su complicidad, que ha sido mucha, muy entrañable” y cerró fuerte con “Penélope” de Ulises y “Tu nombre me sabe a yerba”.
Serrat subió una vez más al escenario para interpretar “Esos locos bajitos” y concluyó la noche con “Fiesta”, la joya en la corona de una celebración de vida, en donde todos los asistentes cerraron su gran día, con la esperanza de un “mañana también”.