Estados Unidos.- Una mujer oriunda del estado de New Hampshire, en los Estados Unidos, ganó un gordo de 560 millones de dólares en el Powerball de enero, pero por temor a revelar su identidad, aún se niega a cobrar el astronómico premio.

Debido a reglas de la lotería, la entrega del premio del juego de azar debe ser un evento público, de modo que la identidad del ganador es revelada al mundo entero.

Pero según documentos de la corte obtenidos por NewHampshire.com, en los cuales la demandante es identificada como «Jane Doe», la afortunada mujer le está pidiendo a un juez el derecho a recibir su pago en efectivo y permanecer anónima.

«Ella es residente de New Hampshire desde hace mucho tiempo y es un miembro comprometido de la comunidad», escribió en los documentos judiciales el abogado de la mujer, Steven Gordon.

«Ella desea continuar este trabajo y la libertad de entrar a un supermercado o de asistir a eventos públicos sin ser conocida ni dirigida como la ganadora de 500 millones de dólares».

De un lado del caso están los funcionarios de la lotería que dicen que la integridad de los juegos depende de la identificación pública de sus ganadores como protección contra el fraude y la malversación.

Al mismo tiempo, la fotografía de una mujer local sosteniendo un cheque gigante frente a las cámaras y a los reporteros también resulta ser una poderosa herramienta de marketing.

Los documentos de la corte argumentan que es importante considerar la situación de una mujer que, enfrentando un golpe de suerte que puede cambiar su vida, desea vivir «lejos del resplandor y la desgracia que a menudo ha caído sobre otros ganadores de la lotería».

Pero la ley no parece estar de su lado.

Las reglas de la lotería de New Hampshire requieren que el nombre del ganador, la ciudad y la suma ganada estén disponibles para información pública, de acuerdo con las leyes de registro abierto. El estado permite que la gente forme un fideicomiso anónimo, reportó NewHampshire.com, pero la alternativa es inútil para la mujer, quien ya firmó su nombre en el boleto y la alteración de la firma lo anularía.

En un comunicado, el director ejecutivo de la lotería de New Hampshire, Charlie McIntyre, dijo que la comisión consultó con la oficina del fiscal general del estado y que el ganador del Powerball debe acatar las leyes de divulgación «como cualquier otra».

«La Lotería de New Hampshire entiende que ganar un premio mayor de USD 560 millones en Powerball es un acontecimiento que cambia la vida», dijo la declaración. «Habiendo otorgado numerosos premios mayores de Powerball a lo largo de los años, también entendemos que los procedimientos establecidos para los reclamantes de premios son de importancia crítica para la seguridad e integridad de la lotería, de nuestros jugadores y de nuestros juegos. Aunque respetamos el deseo de este jugador de permanecer anónimo, los estatutos estatales y las reglas de la lotería dictan claramente los protocolos».

Otros ganadores de la lotería se han dado cuenta de que la fantasía de cada comprador de billetes puede convertirse rápidamente en una pesadilla. Hay una miríada de problemas autoinfligidos que pueden sucederle a una persona que repentinamente llega a una gran riqueza. Uno compró un parque acuático, por ejemplo.

Y hay numerosos ejemplos de personas que han intentado estafar a los ganadores de la lotería con su dinero recién adquirido —o tomar el dinero por la fuerza—.

En noviembre de 2015, Craigory Burch Jr. igualó los cinco números en el sorteo de Georgia Fantasy 5 y ganó un premio superior a los USD 434.272, reportó Lindsey Bever de The Washington Post.

Dos meses después, la policía dijo que Burch fue asesinado en su casa por siete hombres enmascarados que patearon su puerta principal. Los miembros de su familia dijeron que el anuncio público de las ganancias de la lotería lo había convertido en un blanco.

«Cuando entraron, dijo: ‘No lo hagas, hermano. No lo hagas delante de mis hijos. Por favor, no lo hagas delante de mis hijos y de mi vieja», dijo su novia, Jasmine Hendricks, a WALB-TV en ese momento. «Dijo: ‘ Te daré mi tarjeta bancaria'».

Abraham Shakespeare ganó un premio de lotería de USD 30 millones en 2006. Dos años más tarde, se le acercó Dorice «Dee Dee» Moore, quien dijo que estaba escribiendo un libro sobre cómo la gente se aprovechaba de él. Pronto se convirtió en su consejera financiera y poco a poco se apropió de su dinero, según Fox News.

«Ella obtuvo todo su dinero», dijo el asistente del fiscal Jay Pruner en sus alegatos finales. «Él se enteró y amenazó con matarla. Ella lo mató primero».

Información de Agencias.

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