El sacrificio de perros en la ciudad de Yulin en China para un festival tiene enfrentados a activistas quienes piden que se detenga el evento y ciudadanos de esta urbe quienes piden que se respete su tradición.
Los animales son colgados en ganchos donde se cocinan o se asan según la preferencia del comprador. Esta tradición es para muchos de los ciudadanos de Yulin una práctica cultural que no es muy diferente a la venta de vacas, cerdos y corderos en otras partes del mundo.
La organización Human Society International ha llamado esta tradición como Festival del Horror.
El gobierno de Yulin ha tomado distancia de este festival y ha asegurado que es organizado por empresarios privados sin respaldo del gobierno. Sin embargo, muchos grupos han asegurado que gracias a la presión internacional, la industria de la carne de perro en Yulin ha ido disminuyendo y está desapareciendo.