La cuarentena extendida a la que obligó la pandemia por Covid-19 nos ha llevado a repensar y posponer compromisos e inversiones. La incertidumbre y el estrés se han apoderado de la economía y congelado la educación y la cultura; sin embargo, hay cosas que no pueden postergar.
Este es el caso de los tratamientos de fertilidad y reproducción asistida, donde el tiempo es el principal aliado y el estrés se revela como una nueva amenaza. De esto platicamos con la Dra. Carolina De la O Tamez, especialista en Biología de la Reproducción Humana del Centro de Fertilidad IECH, en entrevista para Tiempo Regio.
¿Cómo afecta el estrés a las parejas con problemas para concebir?
“El estrés produce trastornos hormonales, ya sea en hormonas sexuales masculinas o femeninas, así como aumento del cortisol, y todo eso va a ocasionar alteraciones hormonales. En las mujeres, el estrés incluso puede disminuir la ovulación y alterar la fertilidad del ovulo”, explica la Dra. De la O. “En los hombres, el estrés puede ocasionar alteraciones espermáticas”.
Además, la especialista en Ginecología y Obstetricia por el ITESM, nos comenta que las alteraciones del sueño, provocadas por el estrés y la ansiedad, también producen cambios hormonales y afectan “incluso a pacientes que no tienen problemas de fertilidad”.
¿Qué implicaciones tiene esperar “al término de la pandemia” para comenzar el tratamiento?
“Es sumamente importante saber cuándo debemos acudir a una valoración de fertilidad (…) En temas de fertilidad, uno de los parámetros más importantes es la edad de la mujer o la edad de la pareja”, nos explica que una mujer cerca de los 40 años no debería esperar un año completo sin comenzar este tratamiento.
“Usualmente hablamos de problemas de fertilidad cuando una pareja (menores de 35 años) no ha logrado embarazarse después de tener relaciones sexuales durante un año (…) Si la pareja tiene arriba de 36 años, se considera que el tiempo debe ser de 6 meses”.
Sin embargo, nos explica que las mujeres que tienen un problema ya diagnosticado, como endometriosis o cirugía de ovarios, y hombres que se hayan sometido a alguna cirugía genital; deben acudir a la clínica en primera instancia para no dejar pasar más tiempo.
En este tenor, ¿Qué ayuda ofrecen en el Centro de Fertilidad IECH?
“Nosotros como instituto, y como médicos, hacemos hincapié en la comunicación de pareja, para que los dos vayan encaminados al mismo objetivo, al mismo tiempo (…) en segundo lugar, a la comunicación entre pareja y médico, porque él va a guiarme, va a sacar mis dudas”.
Y agrega: “Es muy importante exponer mis pensamientos y mis dudas a mi doctor, para que él me aclare todos los puntos”.
En el aspecto farmacológico, la Dra. De la O comenta: “El medico elige el tratamiento individualizado para cada pareja, esto es muy importante para estar a la vanguardia y con los últimos tratamientos que tenemos a la mano”.
Para reducir las consecuencias del estrés en la pareja, el centro canaliza y propone terapias como la acupuntura, el ejercicio y el yoga. Asimismo, alerta sobre medicamentos estimulantes y, lo más importante, ofrece apoyo psicológico:
“En el centro de fertilidad, todas las parejas que van a proceso de reproducción asistida tienen apoyo de una psiquiatra, y eso desde antes que existiera esta pandemia (…) la psicóloga, o la psiquiatra, nos puede ayudar para tener un mejor proceso”.
Una opción para planear la maternidad
Entre las soluciones que ofrece el Centro de Fertilidad IECH está la vitrificación de óvulos, la Dra. Carolina De la O explica:
“Para las mujeres que desean retrasar la maternidad, ya sea por razones personales, de estudio o que no tienen pareja, el instituto de fertilidad tiene la opción de preservación ovular para un futuro, algo que no se debe posponer por una pandemia, y para lo cual tenemos todos los protocolos para recibirlos con los brazos abiertos”.
En unas semanas, entra en operación la sucursal de San Pedro Garza García, “siguiendo los protocolos de seguridad en cuanto a toma de temperatura, cubrebocas, y gel antibacterial”, nos cuenta la Dra. De la O.
El Centro de Fertilidad IECH es de las primeras clínicas de fertilidad en Monterrey, desde 1986 trabajan en base a “una ética y preocupación real por los pacientes”, la Dra. Carolina, y muchos otros especialistas, buscan diariamente el bienestar de la pareja y “ayudarlos a crear ese sueño de buscar una familia”.