Este fin de semana llega a las carteleras la película Si Solo Pudiera Imaginar (I Can Only Imagine, 2018), una producción norteamericana que narra la historia de Bart Millard, vocalista de la banda MercyMe y creador de la canción cristiana más exitosa y escuchada en los Estados Unidos.

Dirigida por los hermanos Andrew y Jon Erwin, esta cinta es protagonizada por el actor de Broadway, J. Michael Finley, el experimentado actor de soporte, Dennis Quaid, así como por Trace Adkins y Madeline Carroll.

La historia se centra en la infancia de Bart Millard (Finley), la ríspida relación con su violento padre (Quaid), el temprano abandono de su madre y las marcas profundas que esto dejó en su personalidad.

Bajo estas circunstancias, la música se convierte en un refugio para Bart Millard, la herramienta con que intentará sanar sus heridas, perdonar y recuperar lo que, gracias al odio sembrado en su interior, dejó en el camino. Todo este viaje de autodescubrimiento se sintetiza en la creación de la inspiradora canción I Can Only Imagine, éxito de su banda MercyMe, en 1999.

Basada en hechos reales, la película funciona debido a su probada estructura emotiva. Pertenece a ese grupo de filmes inspiradores que narran la caída y el posterior triunfo del protagonista, cuya única intención es alcanzar un gran climax emotivo al final (feliz, por lo regular) que deje satisfecho al espectador.

Como suele suceder en este tipo de producciones, la historia es meramente motivacional, no cuenta con “giros de tuerca” innovadores, una estructura complicada o una pretensión artística más allá de conmover al espectador.

El guion, escrito por Alex Cramer, Jon Erwin y Brent McCorkle, se toma pequeñas licencias para dramatizar lo suficiente la verdadera historia de Bart Millard, así como para adaptarla a los tiempos cinematográficos.

Su mayor defecto radica en que el guion evita al máximo cualquier tipo de conflicto moral en los personajes, nos presenta un mundo irreal en donde ningún personaje fuma, se droga, bebe o tiene deseos sexuales. Personajes castrados a fin de no distraer al espectador del mensaje que la película quiere dar: un mensaje religioso.

Si Solo Pudiera Imaginar es una película abiertamente cristiana, vale la pena mencionarlo para que esto no caiga de sorpresa en el espectador. Si su intención es ver una película con personajes complejos, falibles y humanos, esta cinta podría decepcionarlos.

Sin embargo, si lo que se desea es alimentar el espíritu y olvidarse un poco de todo lo negativo que nos rodea, Si Solo Pudiera Imaginar cumple con el cometido.

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