El riesgo de la desaparición de lo que representa un 70% de las gasolineras activas dentro de la República mexicana se debe a la ineludible apertura interna del mercado mundial de combustible.
El director asociado de la empresa Grupo Besco, Gabriel Beckwith, añadió que el mayor porcentaje de estos comercios suelen ser pequeñas y medianas empresas de corte familiar, que en caso de no cerrar, deberán ser integradas a sociedades recién surgidas, pero de mayor fuerza. De lo contrario, se verán en la necesidad de arrendar sus propiedades a otras empresas de venta.
Beckwith agregó que para el gasolinero en este escenario, existen siete debilidades notorias frente a la competencia: la mentalidad de negocio familiar; la desintegración del sector por rivalidad; las alternativas de complementariedad de retribuciones internas; la dispersión en distancia y líneas de pensamiento; problemas para trabajar en equipo, una percepción no provechosa del consumidor y una mala imagen dentro de la opinión pública.
El director puntualizó también las que podrían ser “amenazas” para el sector que subyace bajo estas condiciones; tales la inversión extranjera abierta: el apoyo gubernamental a los grupos; el “malinchismo” del mexicano; la percepción de los clientes; la “relación mental Pemex-gobierno-gasolinero” y el buen nivel de competencia.
El asociado del Grupo Besco no descarto la fortaleza por parte de los empresarios locales para mantener sus instalaciones en funcionamiento, además de tener los puntos más convenientes de venta, conocimiento del mercado, conocimiento y trato con las autoridades, trato con el cliente, manejo de la operación, y autorizaciones necesarias.
De esa manera, y para terminar, Gabriel Beckwith mencionó las oportunidades que son presentadas a estas empresas para mejorar su imagen y su posición ante el público, apoyos para emprender mecanismos de “arraigo” al cliente, crear alianzas comerciales para englobar servicios e impulsar aparatos de integración regionales de empresarios gasolineros.