En medio de una fiesta con bailes típicos y mariachis, el Papa Francisco llegó este viernes a México para una esperada visita de cinco días, donde una multitud de jubilosos fieles lo esperaban en las calles, después de su histórico encuentro en Cuba con el patriarca ortodoxo ruso Kirill.
El Papa Francisco de Nacionalidad argentin fue recibido en el aeropuerto de la capital mexicana por el presidente Enrique Peña Nieto y la primera dama Angélica Rivera, mientras un grupo de mariachis y bailarinas hacía una presentación tradicional de la cultura folklorica de México y una multitud de fieles le gritaban «esta es la juventud del papa».
El Pontífice, tiene previsto hacer una visita a la cárcel de Ciudad Juárez, en la frontera con Estados Unidos, que hasta hace pocos años era considerada una de las más violentas de América Latina.
Francisco fue recibido con explosiones de júbilo, luces de linternas y celulares por fieles mexicanos que llegaron al aeropuerto antes de que el pontífice recorra las calles de la capital en el «papamóvil».
En el sur de la capital mexicana, una valla metálica bordeaba varios kilómetros de calles donde decenas de jóvenes católicos, vistiendo gorras y pañoletas amarillas y blancas, se aprestaban para recibir a su líder religioso.
«Es muy emocionante verlo. Siempre recibes una vibra muy especial, de puro amor», dice Laura Jiménez, una entusiasta joven de 17 años.
«¡Se ve, se siente, el papa está presente!», gritaba otro grupo de católicos que llevaba varias horas bajo el sol, incluso con niños y ancianos.
Durante su recoprrido por la alfombra roja el pontífice se acerco a un grupo de niños con atuendos típicos de nuestro País, así como también al conjunto de mariachis que amenizaban su arribo, fue entonces que se colocó un sombrero charro.
En el trayecto a a la Nunciatura Apostólica donde pasará la noche, un hombre logró violar la seguridad de las vallas humanas y estuvo a punto de llegar hasta el papamovil, sin embargo fue detenido por los elementos que cuidaban la seguridad en el sector.
El prelado, en su primera visita a México desde su elección como líder católico en marzo de 2013, tiene previsto encontrarse el sábado con el presidente Peña Nieto en el palacio nacional, un encuentro que podría ser un bálsamo para el atribulado líder mexicano.