Fallece John McCain, Senador por el Estado de Arizona fue héroe condecorado de la guerra de Vietnam, candidato a la presidencia de Estados Unidos, uno de los más férreos defensores del poderío militar norteamericano y duro crítico de Trump al que ordenó que no se le invitara a su funeral.
El Senador Norteamericano por el estado de Arizona, John McCain, murió este sábado 25 de agosto a la edad de 81 años tras perder una dura batalla contra el cáncer de cerebro. Durante su exitosa trayectoria en la política norteamericana fue senador durante seis períodos, candidato presidencial en el 2008 y un defensor del poderío militar de EE.UU.
McCain, mejor conocido en el ámbito político como el «inconformista» por sus opiniones políticas independientes y a veces, divisivas, McCain murió rodeado de sus seres queridos en Sedona (Arizona), un día después de que su familia anunciara que había decidido suspender el tratamiento de su cáncer cerebral que lo había alejado de la política en los últimos meses.
A través de un comunicado oficial desde su oficial se dio a conocer que: «El senador John Sidney McCain III murió a las 4:28 pm del 25 de agosto de 2018. Cuando falleció estaban su esposa Cindy y su familia. Al momento de su muerte, había servido a Estados Unidos de América de forma fiel por sesenta años».
McCain, uno de los políticos de más alto nivel en Estados Unidos, se distinguió por ser un duro crítico de la política norteamericana, incluyendo políticos y presidentes de su mismo partido, siendo uno de los críticos más fuertes del actual presidente Donald Trump al que pidió, como una de sus últimas indicaciones, no se le invitara a sus ceremonias fúnebres.
El senador republicano John McCain dejó a su familia una lista de lugares en dónde quiere que se le rindan honores fúnebres, entre ellos la Catedral Nacional de Washington.
John McCain nació el 29 de agosto de 1936 en una base militar en el Canal de Panamá, cuando aún se encontraba bajo el control estadounidense, McCain siguió los pasos de su padre y de su abuelo y se alistó en las fuerzas navales.
Como piloto de la marina, McCain fue derribado en octubre 1967 sufriendo fracturas en los dos brazos y una pierna y encarcelado en el infame «hotel de Hanoi», donde a pesar de sus heridas fue brutalmente golpeado. Pasó cinco años como prisionero de guerra de las tropas Vietnamitas.
Cuando su padre se convirtió en comandante de las fuerzas estadounidenses en Vietnam, sus captores le ofrecieron liberarlo, como una táctica de propaganda. Pero McCain dijo que no saldría hasta que todos los prisioneros estadounidenses fueran liberados.
Mc Cain, abajo a la derecha, con su escuadrón del Ejército en 1965. REUTERS
Durante su encierro, sufrió brutales torturas que lo llevaron a intentar suicidarse una vez y que lo dejaron con discapacidades permanentes.
Por sus acciones heroicas recibió múltiples reconocimientos, incluyendo el corazón púrpura.
Tras regresar a la vida civil en 1981 se mudó a Arizona, donde inició su carrera política. Un año más tarde fue elegido por primera vez como congresista en la Cámara de Representantes de EE.UU y en 1986 se presentó como candidato al Senado federal, donde siempre trabajó en favor de los derechos de los veteranos de guerra y, gracias a sus esfuerzos, en 1995 Estados Unidos y Vietnam normalizaron sus relaciones diplomáticos.
Como senador se ganó rápidamente la reputación de rebelde y su opinión siempre era reconocida cuando se debatían asuntos de política internacional y defensa nacional, como cuando apoyó que se publicase un informe de la CIA sobre torturas.
Porque, tal y como dijo en una entrevista al programa “The View”, de la cadena ABC, cuando le preguntaron por cómo le gustaría que la gente lo recordara, McCain tenía claro que su prioridad era ser visto como un hombre “que sirvió a su patria”.
Entre sus acciones políticas más destacadas se encuentran sus esfuerzos para implementar recortes contra los despilfarros en Washington y su lucha por los derechos de los inmigrantes en Estados Unidos
En el año 2000, intentó por primera vez llegar a la presidencia perdiendo en las rondas primarias contra el gobernador de Texas, George W. Bush. A los 70 años, intentó llegar a la presidencia una última vez.
McCain ganó la nominación republicana en el 2008 para ser candidato a la presidencia y eligió como compañera de fórmula a la gobernadora entonces de Alaska, Sarah Palin. Pero Palin se convirtió en un imán para críticos, lo cual afectó notablemente la candidatura de McCain, obteniendo solo un 45 % del voto popular.
A pesar de su derrota en la campaña presidencial, siguió siendo un líder en el Senado por el resto de su vida, luchando por unas fuerzas armadas fuertes y por los derechos humanos, principalmente de los prisioneros de guerra.
Debido a su sinceridad, el senador McCain fue una espina ocasional para cada presidente estadounidense. Aún para los de su mismo partido, a pesar de esto siempre será recordado como un hombre de principios, alguien que estaba feliz de sentarse a conversar con sus oponentes políticos para alcanzar un compromiso.