El mundo del fútbol está de luto tras la muerte de Salvatore «Toto» Schillaci, ex delantero de la selección italiana que se convirtió en leyenda durante el Mundial de Italia 1990. Schillaci falleció a los 59 años debido a complicaciones derivadas de un cáncer de colon, informó la Federación Italiana de Fútbol (FIGC) en un comunicado emitido este miércoles.

«Toto Schillaci, jugador-símbolo del Mundial 1990 en Italia, ha fallecido este miércoles a los 59 años», señaló la FIGC. El organismo también anunció que se guardará un minuto de silencio en todos los partidos de fútbol que se disputen en Italia desde este miércoles hasta el próximo domingo, en honor al delantero que hizo soñar a toda una nación durante aquel memorable torneo.

El héroe de las «noches mágicas» de Italia 1990

Nacido en Palermo, Sicilia, en 1964, Salvatore Schillaci pasó a la historia por su destacada actuación en el Mundial de 1990, disputado en su país natal. Con seis goles, Schillaci no solo fue el máximo anotador del torneo, sino que también llevó a la Squadra Azzurra a las semifinales, donde cayeron en penales ante la Argentina de Diego Maradona. Su primer gol en aquel partido fue en el minuto 17, un momento que quedó grabado en la memoria colectiva de los italianos.

El ex delantero, que en ese entonces jugaba para la Juventus, se ganó el apodo de «héroe nacional» por su capacidad para convertir oportunidades en goles, algo que lo catapultó al estrellato internacional. Además de sus seis goles en el Mundial, vistió la camiseta azzurra en 16 ocasiones, marcando un total de siete tantos para su selección.

Carrera en clubes

Schillaci comenzó su carrera en el club de su ciudad natal, Messina, donde jugó de 1982 a 1989. Su desempeño lo llevó a la Juventus, donde brilló de 1989 a 1992, ganando la Copa de la UEFA en 1990, el mismo año en que se convirtió en el máximo goleador del Mundial.

«En la Juventus tuvimos la suerte de emocionarnos con él antes de que, en aquel increíble verano de 1990, toda Italia lo hiciera, encantada con sus maravillosas y enérgicas celebraciones», recordó el club turinés en un comunicado.

Después de su paso por la Juventus, Schillaci jugó en el Inter de Milán entre 1992 y 1994, antes de cerrar su carrera profesional en Japón con el Júbilo Iwata, retirándose en 1997.

Lucha contra el cáncer

El ex futbolista llevaba meses luchando contra un cáncer de colon, enfermedad que había revelado públicamente en una aparición televisiva reciente. La semana pasada, Schillaci fue hospitalizado en el Hospital Civico de Palermo, donde permaneció en cuidados intensivos hasta su fallecimiento.

El presidente de la FIGC, Gabriele Gravina, lamentó la pérdida de Schillaci, señalando que «sus celebraciones de los goles, convertidas en un símbolo de la alegría colectiva, quedarán para siempre en el legado del fútbol italiano». El club Inter de Milán también expresó su pésame a la familia del delantero, recordando cómo hizo vibrar a toda una generación de aficionados.

Legado

Tras su retiro del fútbol profesional, Schillaci regresó a Palermo, donde fundó una escuela de fútbol para jóvenes, contribuyendo a la formación de nuevas generaciones en su tierra natal. Además, en 2004 participó en un programa de telerrealidad y, más recientemente, hizo varias apariciones públicas, donde habló abiertamente de su batalla contra el cáncer.

Salvatore «Toto» Schillaci deja un legado imborrable en el fútbol italiano y mundial. Su figura siempre será recordada por sus hazañas en el Mundial de 1990, donde se erigió como un héroe para millones de italianos, y por su contribución al deporte en sus años posteriores.