El Sol brilla en Monterrey, Luis Miguel deslumbra en su regreso

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Con la elegancia y el magnetismo que lo han consagrado como una de las figuras más icónicas de la música latina, Luis Miguel regresó triunfante a la Arena Monterrey para celebrar el 21° aniversario del recinto. En una noche que mezcló nostalgia y excelencia vocal, el cantante ofreció un espectáculo inolvidable como parte de su exitosa gira 2024.

El concierto comenzó con una explosión de energía. A las 21:00 horas, las luces se apagaron y un video introductorio dio paso a la entrada del artista. El público se levantó de sus asientos en un estruendoso aplauso mientras Luis Miguel saludaba con su característica sonrisa, arrancando con «Será que no me amas» y «Amor, amor, amor».

El escenario, elegantemente iluminado, enmarcó a una impecable banda en vivo y coristas que complementaron cada interpretación. Canciones como «Suave» y «Hasta que me olvides» conectaron profundamente con la audiencia, mientras que los clásicos «Por debajo de la mesa» y «No sé tú» trajeron momentos de pura emotividad.

La noche estuvo marcada por una selección de éxitos que repasaron las distintas etapas de la carrera del cantante. Desde los ritmos bailables de «Ahora te puedes marchar» y «La chica del bikini azul», hasta la pasión de «Culpable o no» y «Te necesito», cada canción fue coreada con entusiasmo por los más de 15,000 asistentes.

El público también disfrutó de sus inolvidables tributos al bolero con temas como «Como yo te amé» y «Nosotros». Más adelante, Luis Miguel incluyó su faceta ranchera, interpretando piezas como «La media vuelta» y «Sabes una cosa», que arrancaron ovaciones en el recinto.

El concierto no solo fue un repaso por la impecable trayectoria de El Sol de México, sino también un homenaje al emblemático recinto que celebraba su aniversario. «Es un placer volver a esta ciudad tan querida y ser parte de esta celebración», expresó Luis Miguel en un breve pero sentido agradecimiento.

El clímax llegó con «La incondicional», «Cuando calienta el sol» e «Isabel», que desataron una ola de nostalgia. Con cada nota, Luis Miguel recordó por qué sigue siendo un referente en la música latina.

Al final, el cantante se despidió entre aplausos y ovaciones, dejando una promesa implícita: su música y presencia continuarán iluminando escenarios y corazones por generaciones.