Mañana cumplen cinco meses. Son de padres y madres distintos pero nacieron a la vez, durante el mismo parto, y se criaron juntos durante sus primeras semanas de vida. Se trata de los primeros perritos nacidos por la técnica de fecundación in vitro. Una camada de siete cachorros (tres hembras y cuatro machos) que, según asegura uno de sus padres humanos, el doctor Alexander Travis, «son totalmente normales, están sanos y felices».
Desde los años 70 los científicos intentaban fecundar perros in vitro, pero hasta ahora no había sido posible conseguir una camada de canes probeta. Esta semana describen los obstáculos que encontraron para lograrlo y cómo los solventaron en la revista PLOS ONE.
Según explica a este diario Alexander Travis, uno de los investigadores del equipo de la Universidad de Cornell (EEUU) que firma este estudio, 19 embriones obtenidos a partir de material genético de diversas parejas de canes fueron transferidos a Jewel, la perra de caza que fue utilizada como vientre de alquiler (madre o gestante subrogada). De los 19 embriones que se implantaron en su útero, nacieron siete cachorros sanos el pasado 10 de julio tras 65 días de gestación. Dos de ellos eran de madre beagle y padre cocker spaniel, mientras que los dos progenitores de los otros cinco cachorros eran de raza beagle