El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, respondió con ironía y sin profundizar en la polémica a las fuertes críticas vertidas por el Subcomandante Marcos, líder del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), quien emitió un duro balance sobre la gestión del actual gobierno. En su tradicional conferencia matutina del 22 de agosto, López Obrador abordó las declaraciones de Marcos, quien había acusado al mandatario de reunir las características más negativas de los expresidentes que gobernaron México en el pasado.

El balance del Subcomandante Marcos: una crítica severa

El 21 de agosto, el Subcomandante Marcos, figura histórica del EZLN y conocido por su estilo combativo y su crítica social, publicó un análisis sobre el sexenio de López Obrador. En su mensaje, Marcos señaló que el gobierno actual ha adoptado lo peor de sus predecesores, mencionando a una lista de expresidentes a quienes atribuyó características negativas que, según él, se reflejan en la administración de López Obrador.

Marcos comparó a López Obrador con Gustavo Díaz Ordaz, aludiendo a un supuesto autoritarismo, y con Luis Echeverría Álvarez, a quien acusó de un nacionalismo vacío. Asimismo, criticó lo que considera una demagogia corrupta similar a la de José López Portillo, una mediocridad administrativa al estilo de Miguel de la Madrid, y la perversidad política de Carlos Salinas de Gortari. También mencionó la “vocación criminal” de Ernesto Zedillo, la ignorancia de Vicente Fox, el militarismo de Felipe Calderón, y la superficialidad de Enrique Peña Nieto como elementos presentes en el actual gobierno.

La respuesta de AMLO: ironía y mesura

Al ser cuestionado sobre estas declaraciones, López Obrador respondió con un tono irónico, sugiriendo que si él es comparable con Díaz Ordaz y Salinas de Gortari, entonces Marcos podría considerarse como Emiliano Zapata. “Hasta Marcos dice que soy Díaz Ordaz y Salinas, él debe ser Zapata”, comentó el presidente, en una evidente alusión al famoso líder revolucionario mexicano.

No obstante, López Obrador evitó entrar en una confrontación directa con Marcos, subrayando que el líder del EZLN está en su derecho de expresar sus opiniones, al igual que otros críticos de su gobierno. “No voy a polemizar, cada quien tiene que asumir su responsabilidad y hacerse cargo de sus palabras y sus dichos”, agregó.

Las críticas del Subcomandante Marcos llegan en un momento clave del sexenio de López Obrador, cuando se están evaluando las políticas implementadas por su administración y su impacto en la sociedad mexicana. Desde su llegada al poder en diciembre de 2018, López Obrador ha promovido una agenda de cambio estructural bajo el lema de la “Cuarta Transformación”, con la que busca erradicar la corrupción, reducir la desigualdad y fortalecer la soberanía nacional. Sin embargo, esta agenda ha sido objeto de controversia, tanto por su enfoque en la militarización de ciertas áreas como por la percepción de que ha centralizado el poder en la figura presidencial.

El EZLN, que surgió en 1994 en Chiapas como un movimiento indígena y anti-neoliberal, ha sido históricamente crítico de los gobiernos mexicanos, y la relación con López Obrador no ha sido la excepción. A lo largo del actual sexenio, Marcos y otros líderes zapatistas han cuestionado duramente las políticas de AMLO, especialmente en lo que respecta a proyectos como el Tren Maya, que consideran una amenaza para las comunidades indígenas y el medio ambiente.

Las declaraciones del Subcomandante Marcos y la respuesta de López Obrador han generado diversas reacciones en el ámbito político y en la opinión pública. Mientras que algunos sectores apoyan la postura crítica del EZLN, argumentando que las políticas de López Obrador no han cumplido con las expectativas de un cambio real, otros defienden al presidente, señalando que las críticas de Marcos no reconocen los avances logrados en temas como el combate a la corrupción y la reducción de la pobreza.