Este viernes por la noche y hasta la madrugada del domingo podrá verse en el cielo la lluvia de estrellas Oriónidas.
Bill Cooke, Jefe de la Oficina sobre Meteoritos de la NASA, indicó que se trata de la lluvia de estrellas «más hermosa del año».
Las Oriónidas, de la Constelación Orión, son las partículas que provienen del cometa Halley, que orbita alrededor del Sol cada 76 años, este fenómeno astronómico es visible en el mundo entero.
La lluvia de estrellas Oriónidas -causada por desechos del cometa Halley-, comenzó el pasado 2 de octubre y se propagará hasta el 7 de noviembre, pero este viernes en la noche y sábado en la madrugada se podrá observar en su máximo esplendor. Este año, la luz de la Luna no impedirá la observación del impresionante espectáculo.
La lluvia de estrellas Oriónidas tiene la peculiaridad de que puede verse desde cualquier punto del planeta debido a su declinación (+16º) próxima al Ecuador Celeste. Otra de las características más populares de este evento astronómico es que está formada por los sobrantes del cometa Halley, al igual que la lluvia de estrellas Eta Acuáridas, que ocurre cada año en mayo.
Según lo expuesto por la Nasa, las Oriónidas pueden alcanzar hasta 238,000 kilómetros por hora en velocidad relativa.
La última vez que el cometa Halley pasó por la Tierra fue en 1986 y no volverá a visitarnos hasta el año 2062; sin embargo, cada año, durante mayo y octubre, aún podemos ver sobre nuestras cabezas pequeñas partículas del tamaño de un grano de arena vertidas por este lejano visitante.
En 2016, la lluvia de estrellas Oriónidas no pudo apreciarse de la mejor manera debido a que la luna se encontraba en fase menguante y opacó el brillo de las Oriónidas, sin embargo, este viernes 20 el satélite natural de la Tierra entrará en la fase de luna nueva, por lo que habrá un cielo despejado para apreciar la lluvia de estrellas Oriónidas.
De cualquier manera, se recomienda que para poder admirar en su totalidad la lluvia de meteoros Oriónidas se busque un lugar sin contaminación lumínica lejos de las ciudades, ya que los destellos de esta lluvia de estrellas, que aunque son visibles a simple vista sin ningún tipo de instrumento, son muy tenues.