El periódico Washington post ha pedido en el día de hoy, en un editorial, al gobierno del presidente Barack Obama que apoye la propuesta realizada por Luis Almagro, presidente de la Organización de estados Americanos (OEA), sobre aplicación de la carta democrática, aprobada en septiembre de 2001, cuyo objetivo es fortalecer la institucionalidad y proteger la democracia.
En uno de los párrafos editorialistas del Washington post se puede leer:
«El Gobierno Obama se ha unido inexplicablemente al coro de voces que piden un ‘diálogo’ vacío y no se ha posicionado sobre la carta de Almagro. El secretario de Estado, John Kerry, quitó tiempo de su infructuosa búsqueda de negociaciones en Siria para hacer una llamada de apoyo al expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero, que lidera el grupo de tres expresidentes que intentan promover el diálogo en Venezuela».
Paraguay ha sido el único miembro que ha respaldado explícitamente la propuesta de aplicación de la Carta que posiblemente llevará a la OEA a suspender a Venezuela amparada en el articulo 21 de su estatuto, que dice:
“Cuando la Asamblea General, convocada a un período extraordinario de sesiones, constate que se ha producido la ruptura del orden democrático en un Estado Miembro y que las gestiones diplomáticas han sido infructuosas, conforme a la Carta de la OEA tomará la decisión de suspender a dicho Estado Miembro del ejercicio de su derecho de participación en la OEA con el voto afirmativo de los dos tercios de los Estados Miembros. La suspensión entrará en vigor de inmediato” .
Además el gobierno paraguayo ha extendido una invitación a los países integradores del MERCOSUR para que respalden el fallo con el fin de que se restablezca la democracia y el sano ejercicio de los derechos humanos en el país Bolivariano.
Por otro lado, la canciller Argentina, Susana Malcorra, ha expresado que la aplicación de la carta no resolverá la crisis política, económica y social del País Venezolano, afirmando que la única formula efectiva para la resolución del conflicto es el dialogo.
“Nosotros estamos convencidos que Venezuela necesita resolver sus problemas a través de un camino de diálogo. ¿Cómo se puede hacer eso? Discutiendo la cuestión fuera de Venezuela, en alguna organización, no lo vemos. Creemos que si hay alguna rendija del diálogo, cualquiera sea el mecanismo, tenemos que apoyarlo, porque esa es una forma de que los venezolanos encuentren una salida a una situación muy seria. Solo desde adentro y con la participación intensa de todas las organizaciones de un país se puede salir de ese nivel de crisis”, señaló Malcorra.
Mientras tanto el presidente Nicolás Maduro ha repudiado en diferentes escenarios la decisión, aseverando que la Carta democrática contra su país “está llena de Odio”; cuya pretensión, no es otra, más que romper con la relación de equilibrio y convivencia entre los gobiernos de izquierda y Derecha de América Latina.
“Le voy a responder a la canalla internacional que cree la patria de Bolívar se intimida ante sus amenazas. La carta democrática la pueden hacer así, ponerla en un tubito bien fino y darle mejor uso señor Almagro, métase su carta democrática por donde le quepa, a Venezuela se le respeta”, expresó el gobernante venezolano al referirse al informe del Secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA) en su programa “En contacto con Maduro”.
Cabe resaltar que el derecho al voto para la activación de la carta lo tienen todos los estados que conforman de este organismo con excepción del país involucrado en el problema y para ello se deberá contar con dos tercios de los países miembros, que suman un total de 35.
Situación ciudadana en el País Bolivariano.
Mientras la comunidad política internacional observa un futuro incierto respecto a Venezuela, las opiniones internas acrecentan su brecha y día a día aumentan las protestas en Caracas debido a la escasez y el alza en los precios de los alimentos, medicinas y productos de primera necesidad.
En el día ayer, cerca al medio día, varios manifestantes bloquearon dos de las principales vías de Caracas, su capital, bajo la premisa “Tenemos hambre”, obligando, por prevención, a los comerciantes del sector a cerrar sus establecimientos y consecuentemente conllevando a la desarticulación vial de la zona.