El llamado modelo cosmológico estándar explica qué ocurrió después del Big Bang. se dice que el Universo se expande desde entonces, pero que en algunos puntos la gravedad permite que la materia se concentre y forme galaxias, por ejemplo.Este modelo se basa en la Relatividad General de Einstein, en la energía oscura y en la materia oscura. Esta última es básicamente una fuente de gravedad invisible que es la que permite entender la velocidad y la estructura que se ven en las galaxias lejanas. Sin embargo, cuando se mira más cerca, aparecen cosas que no se pueden explicar si se da por sentado que existe una materia oscura invisible. Es el caso de las galaxias enanas que giran en torno a nuestra galaxia, la Vía Láctea, y su vecina, Andrómeda. Para algunos científicos estas galaxias satélite son una prueba de que el modelo cosmológico estándar es erróneo. Otros recuerdan que la teoría funciona bien para explicar lo que vemos lejos, y que podría ocurrir que la Vía Láctea y Andrómeda sean excepcionales y que esto nos lleve a engaño.
Ahora, un estudio publicado en Science, y elaborado por un equipo internacional de astrónomos, ha presentado unos resultados que siembran nuevas dudas sobre el modelo cosmológico estándar. Sus observaciones de la galaxia Centauro A, situada a 13 millones de años luz de la Tierra, han sugerido que la materia oscura, ingrediente indispensable del modelo cosmológico estándar, tampoco puede explicar el comportamiento de sus galaxias satélite.
«Lo importante de este hallazgo es que cuestiona la validez de ciertas simulaciones y modelos cosmológicos como explicaciones válidas para la distribución de galaxias y sus satélites en el Universo», ha dicho Marcel Pawlowski, coautor del estudio e investigador en la Universidad de California, en Irvine (EE.UU.). «Esto es un serio reto para nuestra comprensión de cómo se forman y evolucionan las galaxias satélite»
El enjambre de galaxias
El motivo es que el modelo estándar explica que si la materia oscura es la que permite la formación de las galaxias, deberíamos encontrar lo siguiente: grandes galaxias rodeadas por pequeñas galaxias satélite dispersas aleatoriamente en una nube. Además estas enanas serían como un enjambre de mosquitos, y se moverían en todas direcciones.
Pero ni la Vía Láctea ni Andrómeda tienen galaxias satélite que se comporten así. En lugar de eso, allí las enanas se colocan en un plano y además la mayoría gira en la misma dirección.
Ahora, la galaxia Centauro A se ha convertido en otra excepción que pone en duda ese modelo cosmológico. Allí las galaxias satélite también están más o menos colocadas en un estrecho disco, y no distribuidas al azar como se esperaría de una galaxia formada gracias a la materia oscura.
con información de: ABC.es