Después de revisar varias publicaciones de personas denunciando que familiares se han puesto graves, o que ya han fallecido por haber utilizado “remedios naturales” en lugar de medicina formal, es cuando uno se da cuenta de los niveles de ignorancia que vive el pueblo mexicano hoy en día.
Y lo peor es cuando dependencias federales promueven “remedios ancestrales” que, en la vida real, no funcionan; pues una cosa es la herbolaria medicinal y otra el curanderismo tradicional. La herbolaria se basa en ciencia, el curanderismo se basa más en mitos que en otra cosa.
¿A cuántos no los “curaron de espanto” con una piedra alumbre cuando eran niños? A muchos les dieron una “barrida” con un limón o con unas ramas de pirúl para quitarles el “mal de ojo” y un sinfín de supersticiones y ocurrencias de las abuelas de rancho, que no fueron a la escuela porque los cristeros les mataron a sus maestros. Pero eso ya es otra historia.
Hoy en día se siguen “recetando” remedios esotéricos para solucionar enfermedades reales, y ese es el problema. Han muerto más personas utilizando falsas terapias alternativas para curar padecimientos mortales que las que mueren por utilizar medicina real para tratarse.
Se dicen muy “cristianos” pero cargan medio kilo de amuletos para protegerse de las malas vibras. Porque como dicen ellos: “uno nunca sabe”. Y ahí está el problema, no saben de nada, porque no les gusta leer y mucho menos estudiar.
Por eso, llega cualquier charlatán a venderles remedios falsos contra brujerías y “trabajos de magia negra”, y los incultos caen redonditos a las fauces de los timadores que se hacen pasar por “maestros místicos”.
Las estampitas, medallitas, y las oraciones, NO te protegen de ninguna enfermedad o mal que sea real. Aunque pusieras toda tu fe en ello, de nada de serviría, pues tu fe es algo imaginario, mientras que los virus y bacterias sí son reales.
Los mercaderes de la fe, la ignorancia y del temor siempre tendrán un gran mercado que explotar en todas esas personas que por alguna u otra razón pertenecen a, lo que en comunicación se le llama, la “masa inculta”. Son todas esas que están en contra de los alimentos transgénicos, contra las vacunas, que creen que la Tierra es plana y que están contra la tecnología 5G.
Sí, existe gente así de inculta e ignorante suelta en la calle y manejando un carro. Son un peligro en potencia. Así que no te quedes con lo que ves en las redes sociales, hay unos santuarios, llamados bibliotecas, donde podrás revisar y cotejar la información que te llega a tus redes sociales.
Leer es el fitness de la mente, pero leer ciencia, es hacer “fisicoculturismo mental”.
Ahí te la dejo de tarea.