Ismael ‘El Mayo’ Zambada, cofundador del Cártel de Sinaloa, ha solicitado formalmente al Gobierno de México su repatriación desde Estados Unidos. En una carta enviada al Consulado de México en Nueva York, Zambada argumenta que fue trasladado de manera irregular a territorio estadounidense y advierte sobre posibles repercusiones diplomáticas si su petición no es atendida.
“Negar mi solicitud de repatriación o de no aplicación de penas prohibidas y trascendentales tendría como consecuencia aceptar la subordinación al gobierno norteamericano (…) si el gobierno de México no actúa el suscrito, seré condenado a pena de muerte sin lugar a ninguna duda», se lee en la misiva.
Fui privado de mi libertad en territorio nacional, mediante coacción física y engaños. Posteriormente fui trasladado de manera coercitiva desde territorio mexicano hacia los Estados Unidos de América, por un particular mexicano”, continuó.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, confirmó el 21 de febrero que su administración está analizando el caso. Horas después, diversos medios divulgaron fragmentos del documento, en el cual Zambada expresa su temor de enfrentar la pena de muerte en Estados Unidos.
Argumentos de la defensa
Los abogados del narcotraficante han citado diversos tratados internacionales y legislación nacional para respaldar su solicitud. Entre los documentos mencionados se encuentran:
- La Convención de Viena sobre relaciones consulares.
- La Convención Americana sobre Derechos Humanos.
- El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.
- La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
- La Ley de Migración de México y su reglamento.
La defensa enfatiza que, según estos marcos legales, México debe garantizar que su connacional no sea sometido a una pena prohibida en su país de origen, como la pena capital.
Acusaciones de secuestro transfronterizo
En el documento, Zambada afirma que fue «privado de su libertad en territorio mexicano mediante coacción y engaños» y posteriormente trasladado de manera forzada a Estados Unidos. Esta afirmación busca reforzar su alegato de que su captura no fue un procedimiento legal y que, en consecuencia, su traslado debe ser revisado por las autoridades mexicanas.
Zambada también señala que su situación representa un «punto de fractura» en la cooperación judicial entre México y Estados Unidos. Argumenta que su repatriación sería una medida para defender la soberanía mexicana ante posibles intervenciones extranjeras en territorio nacional.
Postura de los expertos
El Dr. Raúl Benítez Manaut, investigador del Centro de Investigaciones sobre América del Norte de la UNAM, ha calificado la carta de Zambada como un intento de presión hacia el Gobierno de México. Según el especialista, no hay evidencia concreta de que la detención de Zambada haya sido resultado de una operación estadounidense, sino que podría estar vinculada a disputas internas entre grupos del crimen organizado.
Benítez Manaut también considera poco probable que Estados Unidos acepte la repatriación del narcotraficante, debido a la gravedad de los cargos en su contra, que podrían incluir delitos de terrorismo. Además, su extradición representaría un precedente significativo en la relación bilateral en materia de seguridad y justicia.
Evaluación del gobierno mexicano
El Gobierno de México se encuentra analizando la situación de Zambada, quien invoca sus derechos como ciudadano mexicano para solicitar su retorno. Sin embargo, expertos en derecho internacional sostienen que no hay bases jurídicas sólidas para exigir su repatriación.
La petición de ‘El Mayo’ ocurre en un contexto de crecientes tensiones entre México y Estados Unidos, especialmente tras la decisión del gobierno estadounidense de designar a varios cárteles mexicanos como organizaciones terroristas. Esta medida ha generado presiones políticas y podría derivar en reformas legales en México para abordar el problema del narcotráfico y su impacto en las relaciones internacionales.