La madrugada del miércoles, un incendio dentro de los calabozos policiales en la ciudad de Valencia, estado de Carabobo, Venezuela, provocó la muerte de 68 personas, confirmó cerca de la medianoche el fiscal general, Tarek Williams. Sin precisar la causa del incendio dentro de la cárcel, anunció que se asignarán cuatro fiscales para esclarecer los hechos.
La ONG “Una ventana a la libertad” asegura que el incendio se produjo a causa de un amotinamiento, luego de que un grupo de presos despojaran a un guardia de seguridad de su arma y lo hirieran en una pierna.
Tarek Williams adelantó que son 66 hombres y dos mujeres las víctimas del mortal incendio, ambas mujeres se encontraban en calidad de visita, pernoctando en las instalaciones.
Mientras exigían información, familiares de los reos intentaron ingresar a la sede policial, durante el altercado un funcionario fue herido con una piedra. Los protestantes fueron dispersados con bombas lacrimógenas, informó “Una Ventana a la Libertad”.
“No nos han dicho nada. Pido que (los policías) no los traten como perros, que no les lancen gasolina, les lanzaban plomo (disparaban) para adentro como si ellos fueran perros”, dijo a periodistas Lissette Mendoza, madre del recluso Yorman Salazar, de 19 años.
Carlos Nieto, miembro de la ONG, condenó las condiciones de hacinamiento que imperan en este y otros centros penitenciarios. 388 personas han muerto dentro de cárceles venezolanas desde el 2011, según cifras oficiales y de organizaciones de derechos humanos.
Nieto afirma que esto «no es una situación aislada (…) todas las comisarías de policía de Venezuela están viviendo condiciones iguales o peores de hacinamiento, falta de alimentos y enfermedades».
La sobre población en las cárceles alcanza el 400%, durante el 2017 murieron 65 personas (62 presos, un familiar y un policía) resultado de las riñas por el control de los calabozos, desnutrición y tuberculosis, estimó la ONG «Una Ventana a la Libertad«.