Una misión arqueológica egipcia anunció el descubrimiento de la tumba de un orfebre del dios Amón del siglo XV a. C, que vivió durante la 18 dinastía faraónica, e identificado como Amenemhat
Así lo ha anunciado este sábado el Ministerio de Antigüedades de Egipto. Los hallazgos, que datan de la época del Nuevo Imperio (del siglo XVI al XI a.C), se produjeron en la necrópolis de Dra Abu el-Naga cerca de Luxor (sur), muy conocido por sus tumbas y sus templos antiguos.
En una rueda de prensa celebrada ante el enterramiento en la necrópolis de Draa Abul Naga, en la ribera occidental del río Nilo a su paso por Luxor, el ministro egipcio de Antigüedades, Jaled al Anani, informó del hallazgo de la tumba, en la que también se encontró la momia de una mujer y de dos niños.
En su interior se contempla la estatua de Amenemhat, sentado junto a su esposa y con uno de sus hijos entre sus piernas, en una representación clásica de las esculturas funerarias faraónicas.
La tumba del «orfebre de Amón, Amenamhat» encerraba una estatua que lo representaba sentado en una silla junto a su mujer, con vestido y peluca, ha indicado el referido Ministerio en un comunicado. El retrato de su hijo estaba pintado entre ambos.
Un pasadizo funerario, dentro de la tumba, conducía a una sala en la que los arqueólogos descubrieron varias momias, estatuas funerarias y máscaras, según la misma fuente.
Otro pasillo llevaba a una sala en la que el equipo encontró las momias de una mujer y de sus dos hijos. Según la Cartera egipcia, que citó a Sherine Ahmed Shawqi, una egiptóloga especialista en huesos, la mujer parecía haber muerto a los 50 años, mientras que las pruebas indicaron que padecía «una enfermedad bacteriana en los huesos».
Los arqueólogos también descubrieron 150 estatuas funerarias pequeñas talladas en madera, tierra y roca calcárea.
El pasado mes de agosto, los arqueólogos descubrieron una tumba de 2000 años de antigüedad en el yacimiento de Al-Kamin al-Sahrwi, en la provincia de Minya (sur de Egipto).
El jefe de Antigüedades de Luxor y director de la misión egipcia que llevó a cabo el descubrimiento del sepulcro el pasado abril, Mustafa Wazari, indicó que han encontrado también una fosa que conduce a otra tumba faraónica en la que hay más momias, pero, precisó, hay que realizar más estudios.
Waziri agregó que, para acceder a estos enterramientos de era posterior a la tumba del orfebre, hay que descender con una escalera y que las temperaturas en su interior son bastante elevadas, lo que dificulta las labores de investigación.
En la sala de la tumba del orfebre, que se dedicaba a la manufacturación de joyas para el dios Amón, hay dos nichos para enterramientos, en uno de los cuales, de siete metros de profundidad, descansaba su cuerpo momificado y el de su esposa.
En este hueco también fueron colocadas varias momias, sarcófagos, estatuillas y máscaras de madera pertenecientes a los dueños del mausoleo, cuya importancia radica también, según las autoridades, en que es el segundo descubrimiento realizado por una misión compuesta en su totalidad por arqueólogos egipcios.