En una pésima jornada la compañía Facebook Inc, dirigida por Mark Zuckerberg sufrió su peor caída en la historia en la bolsa de valores estadounidense, afectando negativamente a Wall Street.
Facebook, actualmente la red social más grande del mundo sufrió un fuerte revés financiero al perder este jueves casi 16.000 millones de dólares, tras conocerse previsiones de menores márgenes futuros de ganancias.
La caída de Facebook afectó a los principales índices de Wall Street que cierran a la baja posicionando al índice Nasdaq con una baja de más de un 1%, su mayor caída diaria en un mes.
Debido a esto por lo menos 16 corredurías recortaron sus objetivos de precio para Facebook después de que ejecutivos de la compañía dijeron que el costo de mejorar los resguardos a la privacidad, así como la ralentización del uso en los principales mercados publicitarios, impactarían en los márgenes de utilidades durante más de dos años.
Lo que ocasionó que las acciones de Facebook se desplomaban un 19 por ciento, a 176,14 dólares, generando una pérdida de aproximadamente 120.000 millones de dólares al valor de la firma.
Este fuerte impacto de descapitalización de Facebook es resultado indirecto de la nueva ley europea de privacidad y los escándalos sobre la falta de seguridad en el manejo de datos de sus clientes por parte de la firma Cambridge Analytica.
Por su parte voceros de Facebook informaron que el impacto económico recibido este jueves no será contrarrestado por el crecimiento de los ingresos en los mercados emergentes o por su aplicación Instagram, menos afectada por las preocupaciones sobre privacidad.
Analistas de Baird, tras describir los anuncios como «bombas», comentaron que los problemas son, en gran medida, «autoinfligidos», ya que Facebook sacrifica su importante negocio de monetización de las aplicaciones para impulsar la utilización.
Los analistas de MoffettNathanson coincidieron con las apreciaciones de otras empresas del ramo al calificar la previsión de la firma como «la nueva realidad económica de su modelo de negocio o un acto muy público de autoinmolación para librarse de una mayor presión regulatoria».