Emilio Coco, el destacado poeta, traductor italiano, políglota, editor, hispanista, a quien el rey de España Juan Carlos I le otorgó en 2003 la encomienda con la placa de la orden civil de Alfonso X el Sabio, retornó a México a compartir poesía, en una tierra que confiesa conocer mejor que Italia. Con más de cinco décadas como traductor ha perdido la cuenta de los autores vivos y muertos a quienes ha dedicado su vida.
Sonriente y abierto, Emilio, Premio José López Velarde (2016), afirma que ha estado en México en siete u ocho ocasiones, también en el interior de la república, donde ha visitado Aguascalientes, San Luis Potosí, Puerto Vallarta, Sinaloa y Morelia, una ciudad completamente colonial que le gusta mucho.
Invitado al Festival Internacional de Poesía Ignacio Rodríguez Galván, que tuvo como sedes el estado de Hidalgo y la Ciudad de México, accedió unos minutos antes de la presentación del libro STRANIERA (Extranjera) editado por Giuliano Ladolfi, de la poeta chihuahuense María Dolores Guadarrama, cuya traducción al italiano estuvo en manos de Emilio Coco.
Recuerda el afortunado primer encuentro con María en un festival de poesía de Santo Domingo, antes de la pandemia, donde le obsequió “Rumor de incendio”; conectó de inmediato profundamente con sus letras y pidió permiso para traducir algunos de sus poemas al italiano, que
publicó, luego, en algunas revistas virtuales de Italia.
Más tarde, María Dolores Guadarrama, le compartió su obra terminada titulada Extranjera, la cual estuvo en compás de espera por el tiempo de pandemia, y es hasta septiembre del año pasado que una editorial importante del norte de Italia imprimió su obra, al igual que la traducción de otros autores peruanos como Miguel Ángel Zapata, colombianos como Santiago Espinosa y Fernanda Trujillo y de México también la obra del gran poeta Homero Aridjis.
Es entonces que STRANIERA (Extranjera) tuvo la oportunidad de presentarse en México en el marco de este Festival, igual que se presentó el libro Donne di parole. Venti poete messicane (Mujeres de palabras. Veinte poetas mexicanas) que arranca con los poemas de Sor Juana Inés de la Cruz y cuenta con la participación de dos poetas indígenas Natalia Toledo y Briseida Cuevas, quienes enviaron sus poemas en español para la traducción al italiano. En el libro figura el texto también en las lenguas indígenas.
Emilio en su carrera ha recibido la Medalla de plata que otorga El Colegio de México (2011); la Encomienda Alejo Zuloaga, otorgada por la Universidad de Carabobo, Venezuela, entre otros méritos, por su reconocido trabajo.
“Llevo más de cincuenta años traduciendo a poetas, empecé con los poetas españoles en los años de la universidad, traduciendo a los de la generación del 27, Federico García Lorca, Jorge Guillén, Salinas, pero me di cuenta que ya estaban traducidos por grandes hispanistas, y entonces comencé
a traducir a los poetas vivos”.
“Tengo varias antologías de poesía española traducida al italiano. En 2018 me invitaron por primera vez a México, en un festival de los poetas del mundo latino coordinado por Marco Antonio Campos, y a partir de ese momento me enamoré de la poesía que se escribía en América latina, comencé a traducir los poetas de distintos países, y salió una antología de poesía mexicana traducida al italiano, siempre en edición bilingüe español-italiano, con treinta poetas mexicanos; ahí se incluían dos amigos muy queridos que ya no están: Hugo Gutiérrez Vega y Eduardo Lizalde.”
“Salieron varias antologías con autores mexicanos, bolivianos, hondureños, ecuatorianos y costarricenses. Hace tres meses salió un grueso tomo de 850 páginas de ochenta poetas latinoamericanos. Estoy enamorado de la poesía hispanoamericana, porque la encuentro muy viva. Yo siempre digo que escribo poesía mía cuando me canso de traducir a los demás. Creo que soy el único en Italia que ha hecho tanto para difundir en mi país el conocimiento de la poesía que se escribe en ese continente.”
“Dirijo una colección de poesía con el editor Walter Raffaelli de Rímini que se llama Iberoamericana. Hemos llegado al número cuarenta de los poetas traducidos al italiano, siempre en edición bilingüe. El más reciente es un poeta ecuatoriano, que se llama Antonio Preciado. Son libros impecables, preciosos. Yo sólo traduzco a los buenos poetas y a los que me gustan cómo escriben”.
La conversación con Emilio Coco es inacabable, es sólo que el tiempo fue corto. Por otra parte, hay que decir que los poemas de Emilio están presentes en idiomas como el francés, portugués, árabe, inglés, turco, húngaro, gallego, español, lituano y corso.