Las distintas religiones en el mundo están pasando por una crisis particular, las personas están perdiendo poco a poco la fe en sus dogmas, y, si a esto le sumamos los malos comportamientos realizados por los miembros y los líderes de varias religiones, no queda mucho que esperar de bueno en ellas.
Recordemos que toda religión es solo mitología contemporánea que sigue siendo practicada como dogma, nada la diferenciaría de la “mitología antigua” de los griegos, romanos, egipcios o sumerios, más allá de que ya nadie cree en Júpiter, Zeus, Ra, An o Enlil. Así es, las religiones actuales solo son mitología enseñada sistemáticamente a sus fieles para que sigan creyendo en ella como si fuera algo real.
Pero, lamentablemente, varios de aquellos que deberían ser un ejemplo de moral y ética, se han convertido en viles criminales que han causado mucho daño y dolor a sus víctimas inocentes. No estamos hablando del Santo Oficio católico o la Inquisición cristiana protestante, que en el pasado cometieron muchos abusos y asesinatos de inocentes solo por no creer en sus creencias.
Ahora tenemos a un tal Naasón Joaquín García, supuesto apóstol y líder de la Iglesia La Luz del Mundo, quien fue arrestado por 26 delitos de pornografía infantil, abuso sexual contra menores, tráfico y trata de personas.
También tenemos a Keith Raniere, alias “Vanguard”, de la secta piramidal NXIVM, quien fue arrestado al ser acusado de prácticas fraudulentas en negocios y por tráfico sexual de personas.
Y ahora, el sacerdote católico Francisco Javier, quien fungía como rector de la Parroquia Cristo Salvador, fue arrestado por el asesinato del estudiante Leonardo Avendaño.
Si seguimos, la lista se alargaría demasiado, pero este no es el punto. Son un frijol negro en medio del arroz blanco, o al menos queremos pensar eso.
La realidad es que son individuos que deberían de estar comprometidos con las normas morales, la bondad y la rectitud, pero la realidad es que no es así. Y si los representantes de estos dogmas son así, ¿Qué se puede esperar de sus seguidores? Los corderos no deben de ser guiados por lobos.
En el momento que los líderes de un culto comienzan a delinquir y a cometer atrocidades, solo se puede esperar lo mismo de sus seguidores; o al menos es lo que la historia nos ha enseñado.
Seamos objetivos, el mal no es intrínseco en el ser humano, lo normal es ir por el camino del bien, lo funcional (lo correcto) nos llama por biología propia de la especie, buscamos prevalecer y el bien y la justicia es lo único que nos lo permite.
Sin embargo, no todos desarrollan esos valores y virtudes, deficiencias mentales dirían unos, problemas emocionales dirán otros, el caso es que hay individuos que no deberían estar donde están, y representan un riesgo para quienes les rodean. El llevarlos a la iglesia o al templo no los hará mejores personas, si ellos no lo son por sí mismos. Necesitan ir al psicólogo o al psiquiatra. Esta es una cruda realidad que muchos no alcanzan, o no quieren, entender.
De ahí surgen los miembros de grupos de odio que se lanzan contra todo aquel que no sigue sus mismas creencias, por eso existen los yihadistas del islamismo o los “mochos” cristianos y católicos, que odian a todo aquel que no obedezca sus creencias. Son simples fanáticos, irracionales e ilógicos, y tan falsos como una moneda de $3 pesos.
Debemos de poner la lupa sobre las creencias, ninguna creencia puede estar por encima de la dignidad, la libertad o los derechos de una persona, ninguna creencia o religión es la única o auténtica, esa es la gran mentira que muchos venden para ganar carne de cañón para sus cultos, pero la verdad es que entre más flores quieren ponerle a sus ideas, más podridas están por dentro.
Un líder religioso no está por encima de nadie, son simples individuos que deberían representar, con honor y dignidad, algo superior o supremo. Pero, si sus acciones no son propias de lo que predican, muy posiblemente todo lo que representen sean solo viles mentiras.