CIUDAD DE MÉXICO (Expansión) – Beatriz Gutiérrez Müller no es una primera dama tradicional. Ni siquiera quiere ser reconocida de esta forma. Ella misma lo dijo en julio pasado durante una presentación de Andrés Manuel López Obrador, su esposo, en Veracruz. La escritora, literata e investigadora ha dejado claro que su papel en el nuevo gobierno será el de acompañante del presidente, por lo que no tiene intención de meterse en asuntos políticos, ni de quitarle protagonismo a su marido.
Pero los expertos auguran lo contrario. Si bien Gutiérrez Müller llega al poder con un perfil conservador y reservado, su personalidad fuerte, dominante y participativa van a resaltar durante el sexenio, aunque no desde un inicio.
“Durante los primeros meses del mandato, Beatriz Gutiérrez va a continuar con un perfil bajo y con poco protagonismo. Pero va a estar lista para salir cuando empiecen los problemas en el sexenio. Seguramente los estrategas de la pareja presidencial van a echar mano de la imagen familiar de la mujer para mostrar a López Obrador como un hombre responsable, trabajador y preocupado por su país. Ella se convertirá en la protagonista”, asegura Andrés García López, socio fundador de Ayopa Opinión Pública, Marketing y Comunicación Política.
Hasta ahora se ha mantenido al margen. Sus discursos públicos no han sido lo suficientemente potentes para opacar al nuevo presidente, indica el experto en marketing político. Sin embargo, durante las campañas sí ayudó a mejorar la imagen de su esposo. Estar presente en los mítines que protagonizaba López Obrador la convirtió en un soporte para el entonces candidato.
Ahora, agrega Oliver Olea, director de la firma de marketing político LOT Comunicación, que ella lidere el consejo asesor de la Coordinación de Memoria Histórica y Cultural de México, le permitirá llevar una agenda paralela a la del presidente y complementar su perfil.
“Desde que Andrés Manuel está en la mira de los ciudadanos, ha mantenido una imagen de interés por cuestiones sociales. Lo que va a hacer Beatriz es acercarlo a temas como la ciencia, la tecnología y la literatura, lo que mercadológicamente genera un equilibro personal y profesional que se percibe positivamente en entre los ciudadanos”, afirma.
Para Aureola del Sol Castillo, especialista en comunicación política gubernamental, algo que no debemos dejar de lado sobre el papel de Gutiérrez Müller es el poder que está demostrando. Por ejemplo, aunque López Obrador asegurara que no iba a utilizar el avión ni a requerir de la guardia presidencial, ella ha defendido la postura de contar con seguridad nacional para la investidura.
“Todo está bien pensado, estas actitudes de Beatriz sirven para enganchar a los ciudadanos y hacerles pensar que es una mujer preocupada, más que por su esposo, por el representante del país. Además, es una forma inteligente del presidente de no ofender a los mexicanos por incumplir su palabra”, menciona.
Con esto coincide Oliver Olea. «Nada es fortuito. Ambos saben leer la situación social de México. Estas decisiones, completamente distintas a las promesas de campaña, están bien pensadas. Todo fue parte de una estrategia para no perder la confianza de los mexicanos», afirma.
Como en cualquier situación, si se abusa de esta práctica, la gente puede cansarse. Por lo que el director de LOT Comunicación recomienda que no rebase los límites de la confianza que la gente ha depositado en la pareja presidencia, pues perder la empatía que han conseguido es el peor error que podrían cometer.