El Atlas cambió de entrenador para confiar en un auténtico bombero de la Liga MX como es Rubén Omar Romano. La terrible racha de resultados en este Clausura 2018 había dejado como antepenúltimo al cuadro rojiblanco en la tabla de cocientes. Como suele pasar en estos casos, el cambio de entrenador fue positivo y significó un soplo de aire fresco. Caixinha continúa encontrando su estilo en Cruz Azul. Volvió a confiar en el 4-4-2, pero los resultados no están acompañando y el buen funcionamiento que tenía el equipo con Jémez hace tiempo que no aparece. La gran esperanza celeste es Carlos Fierro, que volvió a ser el mejor de su equipo y esta vez anotó apenas al minuto tres para encarrilar lo que parecía una sencilla victoria.
El cuadro bajo de La Máquina se relajó y Atlas empezó a presionar tan pronto recibió el tanto. Durante la primera mitad, Cruz Azul supo aguantar las oleadas rojinegras, pero lo cierto es que salvo una ocasión de Montoya y un desborde del extremo chileno Martín Rodríguez, poco más se vio ofensivamente del conjunto visitante. Una infracción en la recta final del primer tiempo terminó con Barreiro rematando de cabeza al fondo de la portería celeste. El gol justo antes del entretiempo hizo más daño, si cabe, al maltrecho equipo celeste que salió muy desconcentrado en la segunda mitad.
Finalmente, al minuto 65 llegó el incidente que terminaría derrumbando a Cruz Azul: la expulsión, por doble amarilla, de Rafael Baca. Apenas seis minutos después irrumpió Barreiro, como en una especie de revancha interna, para enviar un zurdazo desde lejos al fondo de las mallas, reivindicándose de los errores que cometió en las últimas fechas.
La Máquina, lejos de reaccionar, siguió deambulando y vio como Aldrete era expulsado, también por doble amonestación, en las postrimerías del choque. Cruz Azul es décimo, con seis unidades, y se alejará bastante de la zona de calificación. Atlas salió del fondo y con tres unidades se mantiene en 16° puesto, pero con una inercia positiva y esperanza.