Mel Gibson regresa a la dirección con «Amenaza en el Aire», un thriller de acción que se desarrolla casi completamente dentro de un pequeño avión sobre Alaska. La película, protagonizada por Mark Wahlberg, Michelle Dockery y Topher Grace, ofrece una premisa sencilla pero efectiva.

Gibson opta por un enfoque visual contenido, centrado en el suspenso generado por el espacio reducido y el peligro inminente del vuelo. Aunque no innova visualmente, logra mantener un ritmo ágil que sostiene la atención del espectador.

El guion de Jared Rosenberg presenta una premisa directa y efectiva, aunque predecible. Wahlberg interpreta a un piloto con un pasado oculto, Dockery a una U.S. Marshall con dilemas personales y Grace a un testigo clave, en una trama de traiciones y peligros.

Dockery destaca por transmitir la determinación y angustia de su personaje con convicción. Wahlberg, aunque comprometido, ofrece una interpretación algo caricaturesca que resta seriedad a su rol. Grace aporta una dosis de nerviosismo adecuada.

La película hace un uso moderado pero efectivo de efectos especiales y tomas aéreas, resaltando el entorno de Alaska y el interior del avión. Los encuadres contribuyen a la sensación de confinamiento y peligro.

La música en «Amenaza en el Aire» cumple su propósito de complementar el tono y la atmósfera del thriller, aunque sin destacar por su originalidad o impacto memorable.

En resumen, «Amenaza en el Aire» no redefine el género ni deja una impresión duradera, pero logra entretener gracias a su ritmo sólido y el carisma del elenco principal. Es recomendable para quienes buscan un thriller de acción sin complicaciones, con una ejecución competente dentro de su sencillez.