El deporte de moda en algunos medios de comunicación, pero sobre todo en las redes sociales, es especular sobre supuestas “conspiraciones secretas” de las que, curiosamente, se encuentra información en cualquier buscador de Internet con facilidad. Y por el hablar de ellas ya se creen iluminados o tocados por su “dios” en turno.
Lo que nos debería de dar un poco de escozor, o de plano asco, es cuando al “tren del mame” (como dicen los chavos) se suben supuestos intelectualoides y pseudo-periodistas que se creen dueños de la verdad y autoridad en la materia de la que les antoje opinar. Algunos tienen apellidos muy rimbombantes y de origen no precisamente español, pero ni para que mencionarlos si no tienen el carácter para responder cuestionamientos de frente.
Están desde los “religiosos” que dicen que el “lobby gay” o los grupos “feminazis” quieren imponer la ideología de género. Para empezar, no es ideología, es cultura, y no es para imponer nada, surgió en los 90’s para defender los derechos y dignidad del género humano en general, ya sean hombres, mujeres, gays o lesbianas; y sobre todo de los niños, que hoy en día aun son vil mercancía para algunas instituciones “de beneficencia”.
Solo por poner un par de ejemplos, los niños tienen derecho a no ser adoctrinados en ningún culto o dogma que atente en contra de sus derechos y dignidades, y las mujeres tienen derecho a abortar cuando el producto no es deseado. Esto es algo que a muchos grupos no les gustó porque no va con sus ideologías (supersticiones) o simplemente porque se les acaba su mercancía (los niños).
La humanidad no se va a extinguir ni con todos los preservativos del mundo, ni con todas pandemias existentes hoy en día. El ser humano es como las plagas y la hierba mala, crece y crece más cada día, y si la cortas dejando un pequeño pedazo de ella, volverá a crecer mucho más. Así de simple, biología básica.
Hoy tenemos muchos “revolucionarios” de escritorio, o de celular, que creen que porque han visto unas cuantas cosas en Internet, ya lo saben todo. Pero el resultado es al revés, se están repitiendo los errores y atrocidades de hace 30 o 40 años.
Los proto-comunistas, al fracasar en Europa, se vinieron a América; y como aquí la población es muy floja para leer y cultivar su conocimiento y cultura, tuvieron mucho éxito con la generación millennial y con los sobrevivientes de las modas políticas de hace 40 años. ¿Voy bien o me regreso?
Antes teníamos a los “borregos” que defendían a capa y espada a la oligarquía política en nuestro país; hoy en día tenemos a los “chairos”, que son lo mismo pero con nueva carrocería, con el mismo motor de fondo: su deseo de triunfar y ser alguien en la vida, pero sin tener que trabajar.
Se los dijimos, y hoy lo confirmamos, están en el más profundo y oscuro error. Y no van a llegar ni los ángeles ni los extraterrestres a salvarlos. Ni los reptilianos, ni los illuminatis dominan al mundo, quienes lo dominan son astutos pastores que saben a cual borrego ponerle el cencerro para que los demás borregos lo sigan sin dudar ni cuestionar sus acciones. ¿Cruda realidad? Pues así es.
Como ya lo he dicho antes, solo hay algo peor que un político corrupto, y es un “periodista” o ciudadano jodido defendiéndolo. ¿Así o más miserable puede ser una sociedad? El comer carne de animal o vacunar a los niños no hace ningún mal, lo que hace mal es dejar que personas ignorantes, incultas o corruptas sean las que tengan que tomar las decisiones importantes para la sociedad, pues así, pudren poco a poco a la humanidad. ¿Querían oscurantismo de nuevo? Pues tomen su neo-oscurantismo del siglo XXI.
Belduque
Periodista y editorialista especializado en temas de misterios, cultura y ciencia.
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