En la cultura popular mexicana, especialmente en las zonas donde las tradiciones prehispánicas todavía se mantienen, existen relatos de extraños seres que rondan por la noches, los cuales son el terror de los habitantes de esos lugares pues para ellos esas criaturas rondan ese límite que roza con lo preternatural.
En algunas regiones les llaman nahuales a los hombres que, según dicen las leyendas, tenían la habilidad de transformarse en distintos animales como cuervos, gavilanes, coyotes o incluso en ocelotes, para hacer de las suyas por las noches en aquellas regiones.
Cuando la supuesta entidad se trataba de una mujer, entonces simplemente se le llamaba «bruja», aunque según las regiones existen distintos tipos, y no nos referimos a las que «hacen trabajos de brujería». Según las leyendas se podían transformar en grandes guajolotes o lechuzas, pero también en seres mitad humano mitad ave, que podían causar pavor a quienes los viera.
Recientemente han surgido noticias de presuntos nahuales en Chiapas y Veracruz, eventos que han causado bastante pánico entre la población todavía muy creyente de esas narraciones antiguas, pero esto podría desatar en hechos de barbarie que han puesto en peligro a personas y a la fauna del lugar.
Personas bajo las influencias de algunas drogas alucinógenas, o con algún padecimiento mental, podrían hacer creer a los habitantes poco instruidos de que se trata de algún ser de estos, pues los casos que han surgido hasta el momento no ha salido nada fuera de lo normal o paranormal en estos asuntos.
En el poblado de Arteaga, en Chiapas, lo único que encontraron fue a un individuo que no estaba bien de sus facultades mentales presuntamente por algunas drogas, y lo que persiguieron en el poblado de Soledad de Doblado, en Veracruz, al parecer sólo era un inocente animal que escapaba asustado entre las ramas de los árboles.
Hay que recordar que en varios estados de la república, individuos muy incultos e ignorantes les ha dado por atacar a inocentes lechuzas por creer que se trataba de brujas. Hay reportes donde se ha constatado que se les ha apedreado, disparado con armas de fuego, acuchillado y hasta quemado por temor a esas supersticiones que hay sobre estos bellos y nobles animales, que son excelentes controladores de plagas de roedores.
No sería de extrañarse que en alguna comunidad rural podrían atacar a alguna persona sólo porque creen que se trata de una bruja o un nahual. Hay registros recientes, en otros países, de personas que han sido atacados y asesinados porque la gente de algún pueblo creían que eran «shamanes» o «hechiceros». La religión no ayuda mucho al respecto, pues en la mayoría se fomenta la creencia en la magia y que éstas prácticas debe ser castigadas, por lo que los mismos pobladores toman la «justicia» en sus manos para que se cumpla con su «fe».
En Nuevo León y Coahuila también hay muchas creencias relacionadas a brujas y nahuales, pero pertenecen más a las narraciones orales que los abuelos contaban a los jóvenes para inculcarles obediencia. Aunque hay algunos casos recientes, y bastante conocidos en estas localidades, que por momentos nos recuerdan bastante a esas leyendas de seres fehéricos y similares.
Lo importante aquí es que no debemos de caer en el temor por esas leyendas, no debemos de atacar y destruir a «lo desconocido», pues otras personas, o la misma naturaleza, no tiene porque pagar por las creencias que tengan algunos. No estamos en tiempos oscuros de la «Santa Inquisición» para ir a «cazar brujas», ni nunca debemos de volver a algo así.