Londres, Inglaterra – El mundo del cine y la televisión lamenta la pérdida de Maggie Smith, una de las actrices más reconocidas y queridas del Reino Unido. Este viernes, 27 de septiembre, la familia de Smith confirmó su fallecimiento a los 89 años a través de un comunicado emitido por la BBC. Según el reporte, la actriz murió de forma pacífica en el Chelsea and Westminster Hospital, rodeada de sus familiares y amigos cercanos.
“Deja dos hijos y cinco nietos que están devastados por la pérdida de su extraordinaria madre y abuela”, señala el comunicado de la familia, en el que también se expresa gratitud hacia el personal del hospital por su cuidado en los últimos días de vida de la actriz.
Una carrera llena de éxitos y reconocimientos
Margaret Natalie Smith, conocida como Maggie Smith, nació el 28 de diciembre de 1934 en Ilford, Inglaterra. A lo largo de seis décadas, la actriz dejó una huella profunda en el teatro, la televisión y el cine, acumulando una vasta trayectoria que la hizo merecedora de los más altos reconocimientos en la industria del entretenimiento.
Entre sus galardones más destacados se encuentran dos Premios Oscar, cinco BAFTA y cuatro Premios Emmy, lo que la convierte en una de las actrices más premiadas de su generación. En 1990, fue nombrada «Dama» por la reina Isabel II, en reconocimiento a su contribución al arte dramático británico. Años más tarde, en 2014, recibiría la Orden de los Compañeros de Honor, una de las distinciones más prestigiosas del Reino Unido.
Reconocida por varias generaciones
Aunque Maggie Smith fue celebrada por sus interpretaciones en clásicos del teatro y el cine británico, su papel más conocido a nivel mundial fue como la profesora Minerva McGonagall en la franquicia de películas de Harry Potter, que se extendió desde 2001 hasta 2011. Con su interpretación de la estricta pero compasiva profesora de Hogwarts, Smith se ganó el cariño de varias generaciones de espectadores, consolidando su estatus como un ícono cultural.
Además, su participación en la serie Downton Abbey como la condesa viuda Violet Crawley le trajo nuevos seguidores, así como múltiples premios, incluyendo un Globo de Oro y tres Emmy. Este personaje, con su ingenio afilado y presencia imponente, se convirtió en otro de sus roles más recordados.
Primeros pasos y consagración
Smith comenzó su carrera en el teatro durante la década de 1950 y rápidamente se ganó una reputación como una de las intérpretes más talentosas de su tiempo. En 1969, ganó su primer Premio Oscar a la Mejor Actriz por su papel en The Prime of Miss Jean Brodie, y posteriormente, en 1978, sumó un segundo galardón, esta vez como Mejor Actriz de Reparto por California Suite.
A lo largo de los años, la actriz mostró su versatilidad al interpretar tanto a heroínas clásicas de Shakespeare en el teatro, como personajes contemporáneos y complejos en la pantalla grande. Su capacidad para capturar las sutilezas de sus personajes y su compromiso con la actuación le otorgaron el respeto y la admiración de críticos y colegas por igual.
Una vida marcada por la privacidad
Maggie Smith siempre fue una persona reservada en cuanto a su vida personal. Aunque era reconocida por su trabajo en los escenarios y en la pantalla, rara vez daba entrevistas y prefería mantenerse fuera del foco mediático. En el comunicado emitido por su familia tras su fallecimiento, se pidió a sus admiradores respetar este deseo: “Les pedimos que respeten nuestra privacidad en estos momentos, tal y como a ella le hubiera gustado”.
Smith estuvo casada en dos ocasiones: primero con el actor Robert Stephens, con quien tuvo dos hijos, Chris Larkin y Toby Stephens, ambos también actores. Tras su divorcio en 1975, contrajo matrimonio con el guionista Beverly Cross, con quien permaneció hasta su muerte en 1998.
Salud y últimas apariciones
En los últimos años, Smith enfrentó varios problemas de salud. En 2008, se le diagnosticó cáncer de mama, el cual superó gracias a un tratamiento de quimioterapia. También padeció la enfermedad de Graves-Basedow, un tipo de hipertiroidismo que afectó su visión y la llevó a someterse a varias cirugías oculares. A pesar de estas dificultades, continuó actuando y participó en múltiples proyectos cinematográficos y televisivos hasta sus últimos años.
Su última aparición en la gran pantalla fue en Downton Abbey: A New Era (2022), donde retomó su papel de la condesa viuda de Grantham, una despedida a la altura de su ilustre carrera.
Legado y despedida
La partida de Maggie Smith deja un vacío inmenso en el mundo del entretenimiento. Su legado, sin embargo, perdurará a través de sus innumerables actuaciones y personajes que se mantendrán en la memoria colectiva de varias generaciones. Desde su interpretación de Minerva McGonagall hasta sus aclamadas actuaciones en obras de Shakespeare, Smith demostró ser una actriz versátil y talentosa, cuya pasión por su arte fue evidente en cada papel que interpretó.
Con más de 50 películas y múltiples premios en su haber, Maggie Smith deja un legado imborrable y será recordada como una de las grandes figuras del cine y el teatro británico.