La Asociación México Japonesa conmemoraron el 72 aniversario del lanzamiento de la bomba atómica por parte de Estados Unidos contra la ciudad de Hiroshima, durante la Segunda Guerra Mundial.
Con la realización de un performance, el Museo Franz Mayer y la Asociación México Japonesa conmemoraron el 72 aniversario del lanzamiento de la bomba atómica por parte de Estados Unidos contra la ciudad de Hiroshima, durante la Segunda Guerra Mundial.
En la fuente de ese recinto, situada en el patio, un grupo de cinco actores bajo la dirección de la maestra Akiko Irene Lida, hizo una pequeña demostración de lo que fue el lanzamiento de dicha bomba que dejó decenas de muertos y una ciudad destruida.
Ataviados con kimonos, el grupo de actores comenzó a desplazarse hacia la fuente y con contorsiones, recrearon las malformaciones y convulsiones que dejó dicho artefacto al caer la bomba «Little Boy» el lunes 6 de agosto de 1945.
Acompañada de una narración poética que reflejó los horrores de la guerra, de pronto se escuchó la sonorización de una detonación y de inmediato los actores simularon caer muertos, ante las miradas de decenas de visitantes.
«Su alma purpúrea, caricia radioactiva, soplo de fuego. Luz que cierra con vértigos fugaces al aire quieto, Tu Hiroshima, un inmenso bracero de piel fundada», fue parte del fragmento que hace hincapié en esa ciudad nipona.
Tras 15 minutos, la Asociación México Japonesa entregó un reconocimiento a Akiko Irene Lida, quien, al tomar la palabra, pidió por la paz de Japón y en especial de México.
«Que seamos más unidos y no exista más corrupción, muerte, que seamos un país de libertad y paz», dijo la directora teatral a punto de llanto.
Luego se invitó a los presentes a subir al primer piso del museo, donde se encontraban hojas de papel, a fin de que elaboraran un origami en forma de grulla y dedicaran una oración o pensamiento; y al juntar mil de estás serían enviadas a la ciudad de Hiroshima, como un mensaje de paz y hermandad entre México y Japón.
«Las llevaremos a Hiroshima para que se cumpla el deseo de que en México y Japón, exista paz», dijo Irene Lida en ocasión además del 120 aniversario de la llegada de migración japonesa en México.
Apenas tres días después de Hiroshima, Estados Unidos volvió a atacar a Japón, lanzando una segunda bomba conocida como «Fatman», que dejó alrededor de 80 mil muertos.
Según información publicada en «The Effects of the Atomic Bombings of Hiroshima and Nagasaki», entre 15 y 20 por ciento de la población sufrió o murió por envenenamiento causado por la radiación de las bombas.
Las terribles consecuencias de los lanzamientos de ambas bombas causaron en sus supervivientes casos de leucemia, cáncer, desfiguraciones o mutaciones.
Con información de Notimex