El mundo entero se puso en pausa forzada el año pasado, el 2020 es un año del que casi nadie se quiere acordar. A muchos les trajo tristeza, dolor, hambre y hasta la muerte de seres queridos. Fue un año en que los funcionarios públicos, corruptos e incompetentes, quedaron evidenciados ante la vista de todos.
Pero eso no es todo, en los medios de comunicación siguen los “videntes”, “astrólogos” o “tarotístas” haciendo sus maromas para llamar la atención, pronosticando cualquier barrabasada para comer de los ignorantes que se creen sus cuentos.
Es muy lamentable que en plena era de la información, cuando más fácilmente tenemos acceso al conocimiento científico y tecnológico del mundo, es cuando más se difunde charlatanería, mistificación y desinformación por las redes sociales. Las mafias que promueven la ignorancia siguen propagando ideas contrarias a la lógica y al raciocinio.
En pleno siglo XXI se sigue adorando lo que no existe y “no se cree” en lo que sí es real. Así de irracional está el mundo en este momento. En el pasado, la humanidad adoraba dioses surgidos de la imaginación, los padres de todos esos dioses antiguos siempre fueron la ignorancia y el temor, fueron creados para generar una ilusoria idea de control.
En este año 2021, el año en que el mundo intenta reiniciar su vida, sus proyectos y planes, mucha gente sigue con ideas caducas.
Hoy, muchos siguen todavía con esas ideas, incluso atacan violentamente a quienes no siguen sus creencias mitológicas, que ellos llaman “fe”. Pero ahora, muchos veneran a otros personajes fantásticos como si fueran “nuevos dioses”, me refiero a los extraterrestres, esas entidades que, si existen en alguna parte del universo, no son más que simples seres biológicos, como nosotros lo somos.
Es desagradable que en este año 2021, el año en que el mundo intenta reiniciar su vida, sus proyectos y planes, mucha gente sigue con ideas caducas, ideas falsas sustentadas en sofismas, supersticiones y posverdad. ¿Y así quieren viajar a otros planetas?
Si sólo generas basura, te llenarás de moscas y ratas que, aunque sean muchas, sólo son plagas, pero pareciera que eso les gusta a muchos. Como los programas de televisión donde se cosifica a la mujer y sólo la utilizan como “atractivo visual”, exponiendo la falta de inteligencia y vulgaridad de los anfitriones.
El tiempo sigue avanzando, pero la sociedad, por momentos, parece que retrocediera. En el mundo de la política-ficción mexicana es algo de todos los días, no se respeta la voluntad de los ciudadanos, sólo la del dueño del partido político. No existe auténticamente ese “espíritu de servicio público”, los funcionarios sólo buscan adinerarse con los recursos del pueblo.
¿Qué podemos esperar de gente que sabe mucho de leyes, pero no sabe, ni pone en práctica, el honor y la dignidad? Por eso el neo-fascismo avanza de la mano del neo-oscurantismo, porque ambos se aprovechan de la ignorancia y la sumisión mental de las masas.
Ahí se los dejo de tarea.